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Columnistas | PUBLICADO EL 10 marzo 2020

¡Fea o bruta!: que entre el diablo y escoja

Rocío Arango Giraldoarangogiraldo@gmail.com@RocArangoG

Como en la gran mayoría de las historias de Occidente, nos remontaremos a los griegos. Con la célebre discusión entre Atenea (la diosa de la sabiduría) y Afrodita (la diosa de la belleza), para situar allí el origen del mito, en el cual un par de milenios y siglos después, todavía las mujeres estamos atrapadas: belleza Vs inteligencia... ¡Hay que escoger entre ser fea o ser bruta!.. A nosotras las mujeres no nos está permitido ser bonitas e inteligentes, al menos en este universo, no nos es posible.

De ese imaginario se desprenden estereotipos negativos que nos alejan de tener un ejercicio de liderazgo. Y si no me creen, pregúntenles ustedes a las adolescentes, qué tipo de carreras profesionales tienen estudiar, y preséntenles la opción de estudiar una rama de las Ciencias Exactas o de la Ingeniería. A ver qué dicen.

Incluso, esa dicotomía entre belleza e inteligencia ha contribuido a invisibilizar la realidad de muchas mujeres. Por ejemplo, me refiero a las mujeres campesinas, dueñas de una realidad en materia de autonomía económica bien compleja: Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), hacia 2017 en América Latina y el Caribe un total de 59 millones de mujeres viven en zonas rurales, de las cuales 20 millones son parte de la población económicamente activa y 4,5 millones son productoras agropecuarias y ganan un 24 % menos que los hombres.

Y es que nuestros cuerpos han sido transformados por la sociedad en armas contra nosotras mismas: durante el siglo XVIII, mientras los hombres protagonizaban la primera Revolución Industrial, nosotras estábamos atrapadas por los corsets, después nos hemos sumergido en la batalla constante por el peso, mientras que ellos asumen posiciones de liderazgo político. Y hablando de la relación con el cuerpo, hemos invisibilizado la realidad de las mujeres en condición de discapacidad. Según el censo 2018, el 54 % de las personas en condición de discapacidad en Colombia somos mujeres. Y para no entrar en muchos detalles, les puedo resumir que la realidad es más que deprimente. Además porque en medio de la discusión en mención, salimos muy mal libradas y nuestros cuerpos son tildados negativamente como “deformes”.

Por eso dije que sí a la reciente invitación que me hizo Spirito, una marca de moda femenina, la cual con motivo de la conmemoración del Día Internacional de las Mujeres. Porque llegó la hora de abandonar la perversa dicotomía entre belleza e inteligencia, las mujeres somos hermosas y poderosas... Y eso no debe estar en discusión.

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