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Columnistas | PUBLICADO EL 19 marzo 2023
Elecciones regionales y “explosión” partidista
Lo real es que nos empezamos a acercar a una multiplicidad de partidos políticos y la consiguiente dispersión de los votantes, que fue una de las razones que llevó a la reforma electoral de 2003.
Por Alejo Vargas Velásquez - vargasvelasquezalejo@gmail.com
Ya estamos entrando en lo que podríamos denominar la pre-campaña de las elecciones regionales y locales de octubre próximo, donde renovaremos los colombianos a los Gobernadores y Alcaldes –hasta el momento no existe la posibilidad de re-elección inmediata a ese nivel- y esos certámenes electorales sin duda despiertan un gran entusiasmo entre los votantes, pero también entre los dirigentes políticos, con diversas interpretaciones.
Para algunos, estas elecciones responden a dinámicas electorales específicas de corte regional y local y lo que se dirimiría son este tipo de controversias, donde lo nacional estaría ajeno.
Sin embargo, es evidente el interés de los partidos políticos, tanto de la coalición de gobierno como de la oposición, por fortalecerse como estructuras partidarias regionales y nacionales, por lo cual escoger candidatos a Alcaldías y Gobernaciones y listas a corporaciones públicas es una prioridad de estas diversas fuerzas políticas. Para otros, las elecciones serían una medición de favorabilidad del nuevo gobierno, es decir, que los votantes las convertirán en una especie de ‘plebiscito’ de apoyo o rechazo a la gestión del gobierno nacional y en esa medida serían para valorar el nivel de aceptación del Gobierno Petro en los ámbitos regionales y locales.
Pero lo que sí es novedad es que por primera vez habrá la posibilidad de segunda vuelta para la elección del Alcalde de Bogotá, si ninguno de los candidatos no obtiene por lo menos el 40% de los votos totales y saque una diferencia de 10 puntos porcentuales el siguiente; si esta situación no se presenta, se realizará tres semanas después una segunda vuelta entre los dos candidatos más votados y allí triunfará el candidato que obtenga el mayor número de votos. Esto puede ser un factor adicional de interés para los votantes, porque una de las debilidades de los alcaldes bogotanos de los últimos tiempos era la debilidad del mandato con que eran elegidos. ¿Se extenderá esta normatividad a otros alcaldes de capitales departamentales? Ya lo veremos.
Adicionalmente estas elecciones tendrán una ‘explosión’ partidista. Hace unas semanas, Antonio Navarro Presidente de la Asamblea Nacional Constituyente de 1991, en un trino decía que habíamos llegado a 31 (treinta y un) partidos con personería. Consultando con juristas expertos en estos temas dicen que hay como tres fuentes de ese incremento de partidos políticos con reconocimiento legal, de una parte la sentencia del Consejo de Estado sobre el restablecimiento de la personería jurídica de la Unión Patriótica; de otra, una “interpretación amplia y extensiva” de la Corte Constitucional frente a tutelas y por último, la aceptación por el Consejo Nacional Electoral de la tesis de la escisión de los partidos políticos.
Lo real es que nos empezamos a acercar a una multiplicidad de partidos políticos y la consiguiente dispersión de los votantes, que fue una de las razones que llevó a la reforma electoral de 2003.
Adicionalmente se incrementan los problemas de doble militancia electoral, que sabemos son causales de sanciones de pérdidas de investidura. Estos problemas no se resuelven con periódicas ‘amnistías’ para dar vía libre al transfuguismo político, como se está convirtiendo en una práctica nuestra
