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Columnistas | PUBLICADO EL 17 mayo 2022

El gran poder de Pipe

A pesar de tener en su cabeza una gigante entidad y la vigilancia de los billonarios recursos públicos de todo el país, ha tenido tiempo de ejercer su poder en otras esferas e incluso se graduó de un pregrado en Derecho y un doctorado.

Por Melquisedec Torres - @Melquisedec70

Carlos Felipe Córdoba Larrarte es hoy el más poderoso funcionario público del país, apenas detrás del presidente de la República. Y a veces a la par. Y a pesar de tener en su cabeza una gigante entidad y la vigilancia de los billonarios recursos públicos de todo el país, ha tenido tiempo de ejercer su poder en otras esferas e incluso de estudiar y graduarse de un pregrado en Derecho y un doctorado.

¿Genio, hábil, mañoso, carismático? Seguramente, un poco de todo, pero mucho más de los dos últimos términos.

El poder de Pipe, como lo llaman y él se llama en su cuenta de Twitter @pipecordoba, se expresa en contextos como:

• La enorme estructura burocrática de la Contraloría, lograda mediante un acto legislativo exprés, que implica hoy un presupuesto anual superior a 1 billón 100 mil millones de pesos, con los cuales quita y pone centenares de funcionarios a discreción suya y a gusto de los congresistas que lo eligieron. En esa reforma Córdoba impidió que se eliminaran las cuestionadas contralorías territoriales y fortaleció las que él maneja directamente, que son más de 50.

• Su capacidad de relacionista en las altas esferas públicas para incidir en la elección de otros altos funcionarios, como el fiscal y la procuradora. Diversas fuentes aseguran que la larga mano de Pipe fue el factor clave para la elección de Barbosa y Cabello.

• Estudió y se graduó como abogado gracias a un oportuno convenio de la Contraloría con el Politécnico Grancolombiano, que redujo tiempo de estudios y le homologó materias de otra carrera. El detalle adicional es que, a la par del convenio, el secretario general del Politécnico, Billy Escobar, era contratado como asesor externo de la Contraloría. Hoy Billy es el superintendente de Sociedades. Y, al mismo tiempo, la Universidad de Jaén, España, le aprobaba un doctorado con calificación summa cum laude. Ambos en apenas 30 meses.

¿Y para qué abogado? Para aspirar a fiscal general, dada la flexibilización de requisitos que aprobó el Congreso, con el poder de Pipe tras bambalinas.

• Pero, antes, logró que el Consejo de Estado ordenara al Ministerio de Educación convalidarle una maestría de seis meses, también de España, que por ser de apenas seis meses de duración no era convalidable. Pero los magistrados dijeron que sí.

En sus pinitos, siendo menor de 25 años, Pipe Córdoba se ganó la confianza de los círculos uribistas en las llamadas “juventudes uribistas” en los años del gran poder del Ubérrimo; luego se hizo al aprecio de Germán Vargas Lleras y de Juan Manuel Santos, quienes le dieron los espaldarazos necesarios para llegar a vicecontralor general de Sandra Morelli, auditor general en contra de la Morelli y en alianza con el fiscal Montealegre, y la dirección de la Federación Nacional de Departamentos, donde hizo el trabajo perfecto para saltar a contralor general 

Melquisedec Torres

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