viernes
0 y 6
0 y 6
Los toros que finalmente no fueron aligerados de sus apéndices están felices con el fin de la temporada.
Esta coyuntura invita a recordar el día que en Montebello, mi pueblo, “eran las cinco en punto de la tarde”. No toreaba Ignacio Sánchez Mejías, inmortalizado por García Lorca, sino un tal Rafaelillo de Triana.
Hasta cuando apareció el personaje, en el Montebello de los años cuarenta, el novillo se servía en bisté, sancocho, carne en polvo, morrillo, sobrebarriga.
Tan pronto llegó pisando y hablando...
ESTE CONTENIDO ES EXCLUSIVO
PARA SUSCRIPTORES
¿Ya sos un suscriptor? Iniciá sesión
Al realizar el registro de tus datos por medio de estas redes
sociales, aceptas los términos y condiciones, de tu
información personal y el uso de tu información por terceros
de El Colombiano disponibles www.elcolombiano.com
y el envío de noticias a tu correo.
SI YA ESTÁS REGISTRADO
Iniciá sesión con tu correo y contraseña
¿QUERÉS SER UN SUSCRIPTOR?
TENEMOS PLANES DESDE
$14.900,
Seleccioná el que más te convenga:
9 razones más para compartir tus datos con EL COLOMBIANO