Aunque el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, llegó a decir que el rublo –moneda rusa– se había reducido a “escombros” tras la invasión de Rusia a Ucrania, sorpresivamente esa moneda recuperó el terreno perdido y ya se ubica en niveles cercanos a los de antes de la guerra.
Y es que después de cotizarse incluso a 150 rublos por dólar como sucedió el 7 de marzo pasado, para la jornada de ayer esa moneda ya estaba en unos 79 rublos por dólar, e incluso el miércoles se dio una equivalencia de 76 rublos por cada divisa estadounidense, al igual que antes de la invasión.
Según reseña el medio económico Bloomberg, “los estrictos controles de capital, incluida la prohibición de que los extranjeros vendan activos rusos, así como las ventas obligatorias de divisas por parte de los exportadores, han ayudado al rublo a recuperar terreno”.
De esta forma, los rusos han encontrado fórmulas para hacerle el quite a las fuertes sanciones económicas anunciadas desde hace ya semanas tanto por Estados Unidos como por la Unión Europea.
De hecho, ayer el primer ministro ruso, Mijaíl Mishustin, dijo que Occidente ha impuesto más de 6.000 sanciones contra el país este año, debido a la invasión, lo que significa un número sin precedentes.
“La presión externa sobre nuestro país no aflojó ni un día, incluso durante la pandemia (del coronavirus). Pero las sanciones adicionales impuestas este año realmente no tienen precedentes”, señaló el jefe del Gobierno ruso en la Duma, o Cámara Baja, donde presentó el informe anual del Ejecutivo.
Mishustin insistió en que el número de restricciones impuestas a Rusia supera el de cualquier otro país con “más de 6.000” sanciones individuales y sectoriales.
“Nuestros antiguos socios estaban prácticamente compitiendo unos con los otros para ver quién imponía las sanciones más rápido. Se anunciaron sanciones casi todos los días. El objetivo ha sido sembrar pánico y asestar un golpe a cada persona” en Rusia, sostuvo