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La disponibilidad de recursos hídricos o de minerales como el carbón y de hidrocarburos como gas para garantizar en el futuro el suministro energético del país allanan el camino para la adopción de las recomendaciones planteadas en junio por la Misión de la Transformación Energética, en cuya hoja de ruta avanza el Ministerio de Minas y Energía.
En ese contexto, el jefe de esa cartera, Diego Mesa Puyo, recordó los cinco ejes de trabajo planteados por la Misión que abarcan aspectos asociados a la competitividad y estructura del mercado eléctrico, el rol del gas en la transformación energética, la descentralización, digitalización y gestión eficiente de la demanda, así como el aumento de la cobertura de energía eléctrica y la revisión del marco institucional y regulatorio del sector.
“Iremos socializando esa hoja de ruta y la idea es tener una propuesta tanto desde el punto de vista de política pública como regulatorio en el corto, mediano y largo plazo para poder implementar las recomendaciones más apropiadas hechas por los expertos”, mencionó el ministro, al intervenir en el foro energético virtual realizado ayer por la Asociación Nacional de Empresas Generadoras (Andeg), gremio de las compañías que tienen plantas térmicas a gas natural, fuel oil, acpm y carbón.
Mientras el Gobierno destapa las cartas de la transformación energética, Luis Miguel Fernández, presidente de la junta directiva de Andeg, insistió en que ese plan debe seguir una transición adecuada, y que previo a su implementación, se garantice, a partir de análisis beneficio/costo y de impacto regulatorio, la sostenibilidad del sector de energía.
Según el dirigente gremial, será necesario que se tengan en cuenta las características particulares del sistema eléctrico colombiano, de tal forma que el ajuste esté acorde a las necesidades del modelo de mercado, que contribuya a la optimización de los costos del sistema y entregue incentivos que aseguren la inversión oportuna en infraestructura.
Fernández pidió analizar las tendencias de los mercados globales y el papel de la energía para la reactivación de la economía, el rol de la generación térmica en la transformación energética, y los casos de alternativas energéticas como el gas natural licuado, el carbón, y en general, los combustibles fósiles, y contemplar todos los escenarios energéticos futuros que se deben considerar en el contexto de la llamada sostenibilidad energética.
A su turno, Juan Manuel Sánchez, presidente de la Federación Nacional de Productores de Carbón (Fenalcarbón), dijo que a pesar de las tendencias de descarbonización y la coyuntura económica por la covid-19 que generó una disminución en la demanda de energía a nivel mundial, el carbón continúa aportando desarrollo y competitividad.
“Hay una tendencia hacia las energías renovables que nos parece sumamente positiva en términos de aporte al cambio climático. Pero el carbón no pelea con esa tendencia. Este sector ha trabajado en tecnologías que permiten generar electricidad con base en carbón de manera limpia reduciendo considerablemente las emisiones, brindando una energía eficiente, confiable y económica”, comentó.
Y, justamente, Alejandro Castañeda, director de Andeg, aseguro que las acciones de los afiliados están enmarcadas en el cumplimiento de altos estándares ambientales y están comprometidos en continuar implementando tecnologías que aporten a una generación responsable.
El presidente de la junta directiva de Andeg destacó que durante el último trimestre de 2019 y el primer semestre de este año se presentó una condición de verano bastante atípica que, sin constituirse en un fenómeno de El Niño, generó una disminución de los aportes y reservas hídricas, las cuales llegaron a un nivel de 32,2 % durante mayo, por lo que se requirió una mayor participación de la generación térmica en el Sistema Interconectado Nacional, aportando en promedio cerca de 60 gigavatios hora-día de la demanda del sistema, con mayor participación especialmente durante mayo y junio.
“De esta manera, la disponibilidad de las plantas térmicas del país ha contribuido a asegurar los niveles actuales de reservas hídricas en el sistema, las cuales hoy se encuentran en un nivel superior al 65 %, mitigando así el riesgo de desabastecimiento de energía”, dijo Fernández (ver (Radiografía).