La junta directiva elegida en marzo pasado en la asamblea de accionistas de la textilera Fabricato deberá recomponerse, pues en el último mes cinco de sus diez integrantes presentaron renuncia al cargo.
A través de la Superintendencia Financiera la empresa reportó el miércoles, 22 de julio, las renuncias de Gilberto Restrepo, miembro principal y presidente de la junta directiva, de su suplente Ricardo Toro, y de Alejandro Revollo, otro suplente. El 21 de julio también se anunció la salida de Gabriel Mauricio Cabrera Galvis, miembro principal.
Estas cuatro personas conformaron la junta entre 2018 y 2020. Además, el pasado 24 de junio se informó el retiro de Karen Brazdys Villegas, otra integrante principal de ese órgano de administración. En ninguno de estos casos se explicó el motivo.
En el primer trimestre del año la empresa reportó una disminución de 3,7 % en sus ventas y pérdidas por 8.974 millones de pesos.
A comienzos de este mes, el presidente de Fabricato, Carlos Alberto de Jesús, le dijo a EL COLOMBIANO que la empresa tuvo el peor trimestre en la historia reciente (abril-junio de 2020), debido al bajo volumen de ventas, el menor nivel de producción y el retraso en el cobro de la cartera. Además mencionó la imposibilidad de acceder a líneas de crédito y reconoció que este mes habría un recorte de personal.
¿División?
Aunque este diario consultó a Carlos Andrés Piedrahita, el integrante de la junta directiva de la compañía designado para hablar con la prensa sobre el asunto, este respondió que el jueves (ayer) se publicaría un comunicado que al cierre de esta edición no había sido divulgado. No obstante, comentó que “seguimos empujando para sacar a Fabricato adelante” (ver Para saber más).
La junta de Fabricato está integrada además de Piedrahita por Roberto Arango Delgado, Antonio José Escobar y Francisco Romero como miembros principales y William Corredor como suplente.
Fuentes consultadas que prefirieron no ser identificadas aseguraron que parte de los miembros nuevos que llegaron a la junta en marzo se declararon a favor de ejecutar un cambio radical en las políticas y estrategias de la empresa, iniciativas con las que no estuvieron de acuerdo quienes renunciaron esta semana.
Algunas de las diferencias estuvieron originadas en que un grupo de personas que no venían haciendo parte de la compañía propusiera una transformación sin definirla bien, máxime en un momento de emergencia, lo que consideraron improcedente y tornó tensas las últimas sesiones de ese grupo de trabajo.
En su matriz de riesgos por la pandemia, Fabricato identificó que los productos textiles no son de primera necesidad y que prevalecen aquellos que afectan de manera directa el bienestar humano, como alimentos, medicamentos, servicios públicos, entre otros. Para mitigar ese riesgo la compañía lanzó en abril una nueva línea para el sector de la salud, con una buena aceptación.
¿Cuál es el paso? Abogados expertos en temas empresariales, que pidieron no publicar sus nombres, estimaron que la empresa debe citar una asamblea extraordinaria de accionistas para recomponer la junta.