“La economía descarbonizada será, no lo dudo, una economía más humana y justa (...) Por eso este presidente del país de la belleza les propone reformar el sistema financiero mundial, el Fondo Mpnetario Internacional (FMI), la banca multilateral, acabar los bloqueos económicos y guiar los fondos del capital privado”, dijo en su discurso.
La idea que el mandatario consiste en que, a cambio de la inversión para cuidar el medio ambiente y descarbonizar la economía, las entidades multilaterales (CAF, BID y FMI) emitan unos Derechos Especiales de Giro (DEG), unos papeles que, según se entiende, representarían el valor invertido en ese cuidado de los ecosistemas. Y de esa manera, los países acreedores recibirían ese derecho de giro como un abono a la deuda pendiente.
¿Implicaría esto que el Derecho Especial de Giro —que representa la inversión climática— se deduzca de la cuota que entregan los miembros al FMI, al BM y otros bancos multilaterales? Tal vez sea parte de lo que lleguen a discutir quienes acepten la propuesta de Petro.
“Si se reduce la deuda de todos los países, pagándoles a los dueños de la deuda sus acreencias, con una emisión del FMI de Derechos Especiales de Giro, habrá un descenso de la deuda pública mundial y un incremento real de los presupuestos y fondos públicos”, comentó Petro en la ONU. Así podremos financiar el Plan Marshall por los Objetivos del Desarrollo Sostenible, la justicia social y ambiental en el planeta”.
La creación del FMI, por ejemplo, se planteó desde 1944 como una entidad para promover la cooperación económica y luchar por la estabilidad financiera global. Actualmente son cerca de 190 los países miembro —incluida Colombia— y todos ellos aportan una cuota para fondearlo. Dicha cuota es más elevada en el caso de los aportantes más desarrollados.
Cabe mencionar que Colombia es accionista de seis bancos multilaterales y solo en 2022, estas entidades supranacionales le desembolsaron al país US$7.270 millones.