El Fondo Monetario Internacional (FMI) recortó sus estimaciones de crecimiento económico para 2022. Y de acuerdo con sus más recientes previsiones, la generación de riqueza en todo el mundo crecería 4,4% este año, lo que implica un retroceso respecto a la expansión de 4,9% proyectada anteriormente.
Gita Gopinath, economista jefe de este organismo, explicó que el deterioro en las expectativas obedece principalmente a las dificultades que están atravesando EE. UU. y China, las dos economías más fuertes del mundo.
Teniendo en cuenta la incidencia de ambos países en aspectos como el comercio internacional, su desaceleración puede transmitirse al resto de naciones.
¿Qué pasa con EE. UU.?
En el caso de Estados Unidos, se está notando el impacto del alto costo de vida, tal como lo explicó Mauricio López, director del Grupo de Macroeconomía Aplicada de la Universidad de Antioquia.
A los estadounidenses se les encareció el valor de los alimentos, la gasolina y los servicios públicos. Por ello, los analistas creen que el consumo podría mermar y, en última instancia, eso afectaría la demanda por productos importados desde otros países.
Dificultades como la falta de mano de obra y la crisis portuaria han incidido notoriamente en el encarecimiento de vida para los residentes.
Fredy Yepes es un importador colombiano de prendas que viaja regularmente a EE. UU., quien relata que abundan los locales solicitando empleados, puesto que los subsidios otorgados por el Gobierno, durante la crisis pandémica, han desincentivado el retorno de los trabajadores.
“Eso afecta a la cadena productiva y a los comerciantes, porque no se encuentra mano de obra y, cuando se consigue, es mucho más cara”, dijo Yepes.
Los salarios más caros obligan a los empleadores a incrementar el precio de los bienes y servicios. De ahí que esta situación también esté empujando los precios al consumidor.
En Estados Unidos, tal como lo señaló el profesor López, también preocupan los temas asociados con la pandemia: “La variante ómicron desató muertes y contagios muy por encima de lo que se estaba esperando, eso va a tener impactos económicos y obviamente afecta las proyecciones”.
Todo lo anterior llevó al FMI a mermar 1,2% las previsiones de crecimiento para Estados Unidos en 2022 (ver gráfico).