El ministro de Hacienda y Crédito Público, José Manuel Restrepo, se encuentra preparando la próxima reforma tributaria, encaminada a balancear las finanzas públicas y, paralelamente, continuar atendiendo los efectos adversos derivados de los meses más crudos en medio de la pandemia en el 2020.
En este contexto, hizo un anuncio clave: no se tocarán las pensiones de los colombianos ni los bolsillos de la población más vulnerable.
En diálogo con EL COLOMBIANO, detalló cuáles serán las fuentes de recaudo para conseguir los cerca de $14 billones contemplados en el nuevo texto, cuáles serán los retos para mantener el déficit fiscal en la meta trazada. Además, se refirió a los planes con el Fondo de Mitigación de Emergencias (Fome), creado para atender el choque del covid-19.
¿Cuál es la meta de recaudo con el próximo proyecto de reforma tributaria?
El Proyecto de Inversión Social tiene que ser un proyecto que pueda lograr un recaudo del orden de los $14 billones, equivalente al 1,3 % del Producto Interno Bruto (PIB), de tal forma que permita tener ingresos permanentes e ingresos temporales.
Los permanentes permitirían sortear programas de inversión social y también garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas y así lograr el crecimiento de la economía.
¿Cuáles serán los puntos intocables con la propuesta?
Lo primero –y lo más importante– es no afectar a la clase vulnerable ni a la clase media. Por lo tanto, no se tocará el tema del IVA, no se tocará el tema del impuesto de pensiones y tampoco se aumentará la base de personas naturales del impuesto de renta”.
Otro elemento importantísimo es que debe tener un compromiso desde lo social y acompañar a los jóvenes en sus sueños de educación y de empleo. Ellos quieren acceder a la educación superior oficial y lo necesitan gratuitamente, porque son o provienen de familias vulnerables.
También debe concentrarse las personas que han perdido sus empleos, allí es prioritario atender a las mujeres mayores de 40 años que perdieron sus trabajos y necesitan un estímulo para que el sector empresarial los revincule.
De igual manera, es urgente atender a los micro y pequeños empresarios, quienes todavía sufren por los rigores de la pandemia y necesitan ese subsidio a la nómina por un periodo, al menos, de seis meses más. Esto no solo para sostener la nómina, sino para ampliarla y contribuir la recuperación económica.
Además, se debe tener un compromiso con tantas familias que viven de una renta de emergencia, como el Ingreso Solidario (financiado con recursos canalizados Fome.
¿Cuáles serán las fuentes de recaudo?
La primera será por la vía del ejemplo: con austeridad en el gasto público (1,8 billonesmenos de gasto anualmente). La segunda, mediante un compromiso con la evasión fiscal que es una expresión de corrupción.
Y, así mismo, acudir al sentido solidario de los sectores empresariales, expresado por ejemplo desde la Asosiación Nacional de Empresarios (Andi); ellos quieren contribuir con parte de los beneficios de la Ley de Crecimiento, de 2019 para este propósito de financiamiento del Proyecto de Inversión Social.