Cerca de 200 países llegaron a un acuerdo en la Cumbre del Clima de Dubái (COP28) para eliminar gradualmente el uso de los combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas) y, al mismo tiempo, acelerar la transición a energías limpias provenientes de fuentes renovables.
El emiratí Sultán Al Jaber, presidente de la COP28, destacó que este es “un logro histórico y sin precedentes”, y agradeció el “trabajo duro de las delegaciones durante las últimas dos semanas y especialmente en las últimas horas en las que los países negociaron hasta la madrugada para lograr el consenso”.
Desde la ONU, Antonio Guterres, secretario general, exclamó que “la era de los combustibles fósiles debe terminar, y debe hacerlo con justicia y equidad”.
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Agregó que “la salida de los combustibles fósiles es inevitable, les guste o no. Esperemos que no llegue demasiado tarde”.
Por su parte, el emisario estadounidense para el clima, John Kerry, expresó que “creo que todo el mundo se alegrará de que, en un mundo sacudido por la guerra en Ucrania y Oriente Medio y todos los demás desafíos de un planeta que se tambalea, haya una razón para ser optimista, tener gratitud y felicitarse todos juntos aquí”.
Entre tanto, el viceministro chino de Medio Ambiente, Zhao Yingmin, dijo que “los países desarrollados tienen una responsabilidad histórica inquebrantable por el cambio climático y, por lo tanto, deben tomar la iniciativa para embarcarse en el camino de los 1,5 ºC antes que el resto del mundo”.
Las reacciones en Colombia
La ministra de Medio Ambiente, Susana Muhamad, calificó de histórico el acuerdo de la COP28, pues establece metas “ambiciosas” para lograr el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5 grados.
“Por primera vez, sus estudios influyen en las decisiones políticas y permiten que en el texto final sea incluida la invitación a los países a dejar a un lado los combustibles fósiles. Debemos avanzar en un tratado de no proliferación”, dijo Muhamad a través de redes sociales.
También resaltó la decisión de eliminar los subsidios a los combustibles fósiles ineficientes.
“Es un portafolio de decisiones que respaldan las propuestas del Gobierno, que nos impulsan en una transición que para Colombia es mucho más compleja. Hemos puesto ese tema fuertemente en la COP, que es la transición económica de nuestra dependencia de los ingresos fiscales y por exportaciones. El peso de las exportaciones de petróleo y carbón”, anotó.
Agregó que “la voz de Colombia fue muy influyente en este proceso. El resultado de la COP no es perfecto, pero trajo a los países el mundo de productores de petróleo y los países con alta ambición a lograr un consenso razonable”.
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Sin embargo, la ministra colombiana manifestó que hay muchos vacíos en este acuerdo al que se llegó, sobre todo en cuanto a lo financiero y en los mecanismos de implementación claros para los países con menos capacidades.
“No se toman decisiones que movilicen medidas extraordinarias para la crisis climática y lograr que en seis años reduzcamos ese 43% de emisiones, crítico para estabilizar la temperatura del planeta a 1,5ºC”, puntualizó Muhamad.
A su turno, el exministro de Minas y Energía, Diego Mesa Puyo, señaló que los países productores de petróleo deben implementar políticas para mitigar el impacto de la transición energética en las cuentas fiscales y la balanza de pagos.
Sin embargo, dijo, “el efecto en cada país dependerá de la competitividad de su industria extractiva, la huella de carbón del proceso productivo, el grado de diversificación de su economía, y el ritmo de la transición”.
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El expresidente Iván Duque también celebró el acuerdo final de la COP28, pero indicó que se debe hacer “una transición justa, ordenada y equitativa, no cortando de inmediato el sector minero-energético, y con el propósito de triplicar la capacidad de energías renovables y duplicar la eficiencia energética media antes del 2030”.
Cabe recordar que Colombia anunció en Dubái que se unía a una coalición de países que se comprometen a dejar de invertir en la explotación petrolera.
