La Junta Directiva del Banco de la República decidió en su última reunión del viernes pasado echar mano de uno de los mecanismos que tiene desde diciembre de 2001 para evitar volatilidades excesivas en la Tasa Representativa del Mercado (TRM).
Se trata de las llamadas subastas de opciones call que, operativamente, consisten en llevar a cabo, con las reservas internacionales en dólares, una subasta de derechos de compra de la divisa estadounidense cuando la TRM se encuentre 7 por ciento por encima de lo que promedió en los últimos 20 días.
En este caso, el gerente del Emisor, José Darío Uribe, dijo que esas subastas serán por un monto de 500 millones de dólares y quien compre esa subasta de opciones tendrá un mes para usarla, o no.
“Esto con el fin de moderar aumentos injustificados de la tasa de cambio, que puedan contribuir a desanclar las expectativas de inflación, y suministrar liquidez al mercado cambiario cuando se presenten faltantes significativos”, agregó el funcionario.
Esta decisión de la junta del banco central será la que más impacto tendrá en el mercado financiero, teniendo en cuenta que también aumento la tasa de interés de intervención de 4,75 a 5,25 por ciento.
La última vez que el Emisor usó la subasta de opciones como mecanismo de intervención cambiaria fue en septiembre de 2008. En ese entonces se llamaban opciones de volatilidad.
Decisión tardía
Munir Jalil, economista jefe de CitiBank, considera que la decisión de las subastas se debió tomar antes.
“Las presiones cambiarias que se han visto desde julio para acá ameritaban una intervención para que no se diera tanta volatilidad en el tipo de cambio, lo que tuvo consecuencias inflacionarias. Puede ser un poco tarde, pero de alguna manera si ayuda a evitar movimientos inflacionarios”, agregó al ser consultado por el diario La República.
Por su parte, el exministro de Hacienda y de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, considera que la medida “puede ser más útil que la tasa de interés, porque con este mecanismo el Banco de la República se aparta de la política de no intervenir en el mercado cambiario”.
Restrepo, quien estuvo presente en las juntas del Banco, agregó que “como el alza de la tasa de cambio ha afectado la inflación y el costo de la importación de ciertos alimentos e insumos, sí es preocupante que si sigue subiendo la tasa (de interés) inmoderadamente se seguirá afectando la inflación”.
El dato clave que realmente dejará ver si el Emisor continuará con la línea dura de atajar la inflación será, precisamente, el Índice de Precios al Consumidor (IPC), que el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) en la noche del próximo jueves.
Hoy la tasa de inflación nacional anualizada está en 5,35 por ciento, mientras la tasa del Emisor en 5,25, es decir, una diferencia de solo diez puntos básicos.