Aunque el colombiano es calificado como un deudor que se mantiene al día de acuerdo a Datacrédito, ya que el 93 % de los datos de pago que reporta son positivos, una porción de ellos –en algún momento– ha tenido dificultades para honrar sus obligaciones. Por ende, se han ganado un reporte negativo en las centrales de riesgo y tienen dificultades para acceder a nuevos préstamos.
El crédito, tal como lo explicó Guillermo Sinisterra, docente de economía de la Universidad Javeriana, es la piedra angular de la sociedad capitalista, “entonces te puede ayudar a crecer o te puede aislar”.
El acceso a este tipo de instrumento está relacionado con la inclusión financiera que en el país, según Banca de las Oportunidades, está en 85,9 %, teniendo en cuenta que 31 millones de adultos tienen, al menos, un producto con la banca tradicional.
De acuerdo con Eric Hamburguer, presidente de Datacrédito, a esta central de riesgo llegan los reportes de todas estas personas y el 93 % de los datos son positivos. Pero ¿qué pasa con aquellos que tienen una calificación negativa?
Una barrera
El profesor Sinisterra recalcó que un historial adverso ocasiona un endeudamiento más costoso. Esto porque las entidades cobran intereses más elevados ante el riesgo de impago por parte del usuario con mala reputación. Y en última instancia, pueden cerrarse completamente las puertas al préstamo.
En este sentido, las compañías financieras digitales están apostando por ofrecer apalancamiento a estos morosos.
De acuerdo con Erick Rincón, presidente de Colombia Fintech, 98 de cada 100 créditos concedidos por estas firmas están dirigidos a los prestatarios con baja calificación.
“Las Fintech, atienden población que esté infra o sub bancarizada y en esa medida su apuesta es lograr la mayor inclusión financiera posible”, dijo a EL COLOMBIANO.
Explicó que estas compañías no prestan dinero producto de la captación (depósitos de los cuentahabientes), razón por la que sus condiciones son más flexibles.
Para evidenciar la acogida de estos prestamistas, Rincón señaló que, en los últimos tres años, ha habido un crecimiento del 36 % en la constitución de estos establecimientos.
“En 2017 –subrayó– existían 237 Fintech. Y a mayo del 2020 aumentaron a 322, de las cuales tenemos afiliadas con nosotros cerca de 250”.
Remarcó que a enero de 2019, el sector atendió cerca de 2.5 millones de créditos digitales, y a mayo de 2021, el número está cerca de los cuatro millones, con un promedio de $300.000.
¿Altas tasas?
Una de las premisas para fijar el costo de un préstamo, como se había mencionado, está relacionada con el riesgo de impago.
Al ser preguntado por las tasas de interés manejadas por las Fintech, Rincón sostuvo que estas tienen límites claramente definidos en la legislación colombiana.
“Se trata de una y media vez el interés bancario corriente certificado por la Superintendencia Financiera. En ningún caso las empresas Fintech de crédito digital cobrarán intereses por encima de ese límite”, apostilló.
Según la comunidad financiera Rankia, algunas de las firmas digitales focalizadas en la población reportada son RapiCredit, Kredicity, Lineru y Excelcredit.
Elizabeth Loaiza, CEO de esta última, enfatizó que, desde su creación en 2013, esta firma se enfocó en ofrecer segundas oportunidades.
“En estos ocho años de operación hemos otorgado 53.00 créditos. En todo este tiempo nos hemos expandido y, en este momento, tenemos 37 oficinas en 29 ciudades diferentes”, comentó la máxima responsable ejecutiva.
Paralelamente, afirmó que los planes de expansión contemplan un mayor despliegue de tecnología con miras a llegar a las zonas más recónditas de Colombia.
Aceleración en pandemia
Las necesidades de liquidez durante los confinamientos estrictos de 2020, según Loaiza, derivaron en un acelerador para la apropiación Fintech.
A pesar del temor general hacia los establecimientos sin una sede física, hubo una aceleración en la demanda por medio de los dispositivos digitales, tal como ella lo remarcó.
“Para nosotros fue un desafío que jugó a nuestro favor, afortunadamente. Pudimos atender a nuestro público de manera eficiente y esto nos dio una inyección de velocidad en este proceso de transformación digital”, aseveró.
De otro lado, destacó que el deterioro de la cartera –contrario a lo que muchos pensarían– está muy por debajo del promedio en la banca tradicional, a pesar de estar prestando dinero a potenciales morosos.
“Hemos encontrado la manera de estudiar estos clientes de una forma más especializada y consideramos que tenemos un buen desempeño en los saldos por cobrar”, dijo.
En este contexto, Loaiza expuso que “todavía hay un terreno grande por explorar” y reveló que su compañía se propone trabajar en el diseño de nuevos productos en aras de aumentar su cuota de participación en el mercado.
¿Y la banca tradicional?
Andrés Rojas, el vicepresidente de Asuntos corporativos de la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia (Asobancaria), confirmó que las entidades financieras tradicionales “no tienen productos especializados en los deudores reportados en las centrales de riesgo”.
Sin embargo, desde su óptica, las cifras confirman que los colombianos son buena paga: “en abril, de acuerdo con los datos de la Superfinanciera, el indicador de cartera vencida cerró en 4,9 %, y ha venido bajando desde noviembre cuando estuvo en 5,2%”.
Para hacerse una idea –agregó– eso quiere decir que, a pesar de lo que ha sido la pandemia, solo están en mora $4,9 de cada $100 que han sido prestados.
Recomendó que “ante dificultades de liquidez, se consulten opciones” para evitar las calificaciones adversas.
“De hecho, actualmente, y en el marco de las medidas tomadas para afrontar la pandemia, está vigente el Programa de Acompañamiento a Deudores (PAD), que está disponible para todas las personas que sientan que no pueden cumplir con sus pagos ..
36 %
Ha crecido el Fintech en los últimos tres años, según Colombia Fintech.
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