El patrimonio de Elon Musk ha sufrido un duro revés en lo que va de 2025. En apenas unos meses, el fundador de Tesla y SpaceX ha perdido más de 100.000 millones de dólares, según estimaciones del Bloomberg Billionaires Index. Esta caída lo posiciona como uno de los seis multimillonarios con mayores pérdidas económicas en el año, en medio de un clima internacional marcado por medidas proteccionistas y tensiones comerciales.
El año pasado, Elon Musk, actual propietario de la red social X, se convirtió en la primera persona en alcanzar una fortuna superior a los 400.000 millones de dólares, según reportó Bloomberg. Con este hito, el empresario sudafricano-estadounidense se consolidó como el hombre más rico del planeta.
Puede leer: Apoyo de Musk a Trump seguiría golpeando a Tesla: registró las peores ventas en tres años
El impulso en su riqueza coincidió con un fuerte incremento del valor de Tesla en los mercados bursátiles. Desde la reelección de Donald Trump, las acciones de la compañía automotriz subieron un 65 %, de acuerdo con datos de Bloomberg. Paralelamente, SpaceX cerró una operación privada por 1.250 millones de dólares en acciones, lo que elevó la valoración de la empresa espacial a cerca de 350.000 millones.
Esta operación financiera, sumada al rendimiento de Tesla, incrementó en unos 50.000 millones de dólares el patrimonio de Musk, llevándolo a la cifra récord de 440.000 millones, según estimaciones de Bloomberg.
Además de su creciente fortuna, Musk ha mantenido una estrecha relación con la política estadounidense. Fue el mayor donante individual en la campaña presidencial pasada, con más de 270 millones de dólares invertidos, según registros de la Comisión Electoral Federal (FEC), lo que lo convirtió en el financiador político más generoso de la historia reciente del país.
Sin embargo, el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos ha traído consigo un endurecimiento de la política económica, especialmente en materia de comercio internacional. Nuevos aranceles sobre productos tecnológicos y componentes provenientes de Asia han generado un efecto dominó en la industria global.
Le sugerimos: ¿Fracturas dentro de la Casa Blanca por aranceles? Musk tildó de “imbécil” al principal asesor comercial de Trump
Tesla, altamente dependiente de cadenas de suministro internacionales, ha sido una de las más perjudicadas. Sus acciones han caído más del 35 % en semanas recientes, arrastrando consigo gran parte de la fortuna de Musk, cuyo valor está ligado al desempeño bursátil de sus empresas.
De hecho, el mes pasado Musk anunció que renunciará a su cargo como rostro visible de la comisión de eficiencia gubernamental de Estados Unidos, (DOGE, por sus siglas en inglés), desde donde multiplicó los despidos y recorte de gastos federales. Su objetivo es centrarse más en Tesla, cuyas ganancias cayeron en el primer trimestre del año 71% respecto al mismo periodo de 2024.
Tesla advirtió este martes 29 de abril que las transformaciones en el clima político podrían afectar significativamente sus niveles de venta. Al mismo tiempo, la empresa enfrenta ataques directos: detractores han llegado a dañar e incluso incendiar vehículos de la marca.
A esto se suma un ambiente cada vez más tenso entre Musk y el ecosistema financiero. Sus recientes declaraciones públicas, incluyendo su apoyo abierto a Trump y polémicas discusiones con funcionarios del nuevo gobierno en redes sociales, han generado incomodidad entre inversores. Lo que en otros tiempos fue visto como audacia empresarial, ahora se percibe como un factor de riesgo.
Musk apoyó ciertas decisiones del actual mandatario, como la flexibilización de regulaciones ambientales y el impulso a la producción nacional. Sin embargo, ahora es uno de los principales afectados por la nueva estrategia comercial.
El encarecimiento de componentes importados ha golpeado a Tesla, mientras que las barreras a la exportación están limitando su presencia en mercados clave como Asia y Europa.
Le recomendamos: Elon Musk y el secretario del Tesoro de EE. UU. pelearon a “gritos” en la Casa Blanca
En paralelo, SpaceX también enfrenta incertidumbres. Aunque el sector aeroespacial no ha sido impactado directamente por la volatilidad del mercado, los primeros recortes presupuestales en ciencia y tecnología impulsados por la administración Trump podrían comprometer los contratos gubernamentales que sostienen parte de su operación.
Frente a esta situación, Musk ha optado por el silencio. Una actitud atípica en un empresario conocido por su presencia constante en el debate público y su estilo provocador. Su falta de reacción ha sido interpretada por algunos analistas como una señal de cautela, en un contexto en el que sus empresas navegan un entorno incierto tanto en lo económico como en lo político.
Además, lea en EL COLOMBIANO: Musk reducirá “significativamente” el tiempo que dedica al gobierno de Trump para centrarse en Tesla
Pese al golpe, Musk sigue ocupando un lugar privilegiado en la cima del poder económico global. Su fortuna, aunque reducida, aún supera los 130.000 millones de dólares, y su liderazgo en sectores estratégicos como la movilidad eléctrica y la tecnología espacial permanece intacto.