Todos los organismos multilaterales encargados de generar recomendaciones de política económica han pedido a los gobiernos de países desarrollados, en vía de desarrollo y pobres empezar a consultar y ejecutar planes a largo plazo, que den cuenta de un cambio para enfrentar la que se considera la crisis económica más difícil desde la Segunda Guerra Mundial.
La solicitud generada por al pandemia del coronavirus la acoje también la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (Cepal), que a través de su secretaria, Alicia Bárcena, entregó un nuevo informe sobre las perspectivas del impacto económico que tendrá la pandemia de Covid-19 en las industrias más tradicionales y el porqué de la necesidad de que se cambie el sistema tradicional de ingresos y empiecen a explotar industrias poco tradicionales.
La hoja de ruta del organismo dicta cuatro políticas para trabajar: opciones fiscales para estimular servicios de salud, además de proteger ingresos y empleos; sistemas de protección social pensados para las poblaciones más vulnerables; generación de liquidez desde los bancos centrales y, finalmente, préstamos crediticios de organismos multilaterales acordes con las dificultades de las naciones.
El informe empieza por plantear un problema fundamental: “Los países exportadores de petróleo experimentarán la mayor pérdida en el valor de ventas al exterior. México, Venezuela, Ecuador y Colombia pueden ser los más afectados”. Y la tesis se sustenta con el pronóstico de una caída del 8,9 % en la exportación de bienes y servicios del sector minero colombiano, chileno y peruano a los países de la Unión Europea.
Un panorama que desde el país ya se venía previendo. José Manuel Restrepo, ministro de Comercio, Industria y Turismo, ve en la producción textil para el sector salud una oportunidad de mejorar las condiciones financieras. Sin embargo, para analistas como el profesor de la Universidad Nacional, José Roberto Acosta, el esfuerzo no es suficiente, de ahí que el golpe por la caída de los precios del petróleo y de la demanda de esa industria va a pasarle factura al país.
Aún así, la Cepal dice que es momento de dejar a un lado la discusión de la dependencia y empezar a tomar medidas que garanticen un cambio. Para ello explica que los gobiernos deben entender que la prioridad es que el gasto más grande vaya al sector salud, que debe complementarse con el impulso del sector empresarial.