Al cierre de agosto, el peso colombiano fue la moneda emergente que más se apreció con respecto al dólar, más concretamente, ganó 3,14 %, a pesar de que al inicio del octavo mes la divisa alcanzó el techo de los $4.000.
A juicio de los analistas, la fortaleza del peso al término de los 31 días en cuestión obedeció a factores externos e internos y consideran que el actual rango en la tasa de cambio podría mantenerse en torno a $3.700 y $3.800.
Sin embargo, advierten sobre la persistencia de eventualidades que representan presiones al alza.
Fuerzas a favor del peso
Juan David Ballén, director de análisis y estrategia de Casa de Bolsa, esbozó que la moneda colombiana es una de las más volátiles en la región latinoamericana y durante el primer semestre fue una de las más devaluadas frente a la divisa estadounidense.
Pero remarcó que la corrección observada a finales de agosto guarda relación con la venta a Ecopetrol del 51,4 % de las acciones de ISA en posesión del Gobierno.
Gracias a esa operación, a la caja gubernamental entraron US$3,6 millones, que se traducen en una circulación adicional de dólares y juega a favor del peso.
Lo anterior, teniendo en cuenta que en Colombia aplica un régimen cambiario flexible y el precio de la moneda extranjera varía a partir de su cantidad en circulación.
En ello coincidió José Ignacio López, director de investigaciones económicas de Corficolombiana, quien además agregó la incidencia de la actual operación de los Derechos Especiales de Giro (DEG) entre el Banco de la República y el Ministerio de Hacienda.
Mediante esta transacción, el Gobierno compró US$2,7 millones al emisor, cuya eventual conversión a pesos en el mercado cambiario también respalda al peso colombiano.
Por otro lado, la subida de la moneda local también respondió a las declaraciones de Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal (Fed) de EE. UU., quien se refirió a una merma en el ritmo de compra en bonos del Tesoro de su país.
Según Gregorio Gandini, analista de la firma Gandini Análisis, eso implica que la Fed empezará un ciclo de ventas en esos empréstitos y lo que traduce que “otra vez empiezan a inyectar dólares en la economía”.
Perspectivas
Gandini apuntó que el dólar puede mantener su fluctuación para septiembre entre $3.700 y $3.800, “pero dependerá mucho de la monetización de los DEG”.
Además, a su juicio, seguirán presionando la tasa de cambio la evolución de la variante delta de la covid-19, las elecciones en Colombia para 2022 y el incremento en las tasas de interés por parte de los bancos centrales en los países del vecindario latinoamericano.
Entretanto, Óscar Manco, docente de economía, consideró que la cotización puede sostenerse cerca de los $3.800 y, desde su óptica, favorecen al peso las futuras operaciones de canje de deuda anunciadas por el Ministerio de Hacienda y, así mismo, la eventual aprobación del proyecto de reforma tributaria.