Los vientos que soplan desde Lejano Oriente con el gigante chino Evergrande y su potencial incumplimiento de una deuda de US$300.000 millones, así como los que vienen desde el Norte con un Estados Unidos que no ha logrado consensuar el aumento en el techo de su deuda, no generan tormenta, de momento, en Colombia.
Aunque se miran de reojo, preocupan al mercado y han generado volatilidad, los expertos en la materia lo tienen claro: esos vientos no mueven todavía la tasa de cambio. De hecho, creen que el dólar seguirá su tendencia a la baja en el país y apuestan que a final de año la divisa equivaldría a unos $3.700.
Hay quienes son todavía más optimistas. “Hacia el cierre de 2021 vemos una tasa de 3.680 pesos por dólar”, explica desde Corficolombiana, José Luis Mojica, analista de Investigaciones Económicas. Una de las bases de esa previsión es la más reciente decisión de la junta directiva del Banco de la República.
“Para el peso colombiano la revaluación ha sido más marcada por el inicio de subidas de la tasa de interés del Emisor y las monetizaciones que continúa haciendo el Gobierno”, reseña Mojica. Esto, recordando que el banco central subió la semana pasada el tipo de interés de 1,75% a 2%.
La decisión del Banrep se describe como una “normalización de la política monetaria”, que también han hecho México y Perú, entre otros, y significa que está observando que se acaba el espacio para dar estímulos a la economía, máxime cuando la recuperación de la actividad productiva va mejor de lo esperado y la inflación sigue al alza. De hecho, el Emisor revisó hacia arriba sus previsiones sobre PIB (8,6%) y sobre la variación de precios al consumidor (4,5%) para cierre de año.
“Vemos señales fuertes y favorables de recuperación local, con un proceso ordenado de normalización monetaria”, es el planteamiento de Julián Cárdenas, analista del fondo de pensiones y cesantías Protección. Ese contexto le hace pensar que en adelante el dólar no sufrirá mayores fluctuaciones y se negociará en cerca de $3.700, con un techo de $3.900 en el escenario más volátil.