Uno de los mecanismos que existen en Colombia para garantizar cuentas saludables es la regla fiscal, la cual señala, en la Ley 1473 de 2011, que lo que se gaste no podrá superar los ingresos en más de un porcentaje anual establecido. Esta semana el Comité Consultivo de la Regla Fiscal (CCRF) amplió dicha meta y habló de un déficit de 6,1 % pese a que a inicio de año se había planteado en 2,2 % (ver Paréntesis).
La decisión se tomó a partir del coronavirus, pues se necesitará gastar más para atender la contingencia y así mismo el ingreso disminuirá, entre otras, a partir de un menor recaudo. “La motivación más grande de este aumento es la situación crítica que vive la economía. Según los últimos estimativos de crecimiento económico realizados por el Ministerio se presenta un decrecimiento de -5,5 %, señaló Ramón Javier Mesa, quien integra el CCRF.
A partir de esta modificación, Luis Carlos Reyes, director del Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana, apuntó que “podría leerse como el endeudamiento que asume Colombia por encima de lo que se había comprometido, y los mercados internacionales podrían tomar esto como una mala señal”. No obstante, aclaró que el hecho de que exista un panorama atípico generalizado es una razón por la que podría evitarse esa lectura.
En el futuro, aseguró Mesa, este aumento en el déficit podría implicar una revisión de cómo se ajusta nuevamente el desbalance que se genera en el gasto efectuado para atender las necesidades actuales.
En este sentido, Reyes planteó que el posterior pago del dinero que se requiere puede llevar a más impuestos: “Una reforma tributaria implicará subirle impuestos a alguien y ya tendremos esa discusión de a quién sería”, concluyó.