El abril negro ya tiene cifras oficiales. Las medidas de confinamiento para proteger la escalada de la covid -19 en el país hicieron que la actividad económica tuviera datos negativos, nuevamente históricas, de -20,06 %, lo que lleva a que la dinámica en los primeros cuatro meses haya caído en 4,3 %.
Esta es la proporción más baja desde que se tiene registro en el Índice del Seguimiento a la Economía (ISE), es decir, 2005, pero Juan Daniel Oviedo, director del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), no duda que si se tuvieran los datos de mayor antigüedad sería el mes más malo de la historia del país.
Esta disminución se explica principalmente por el mal comportamiento de actividades como el comercio, restaurantes o incluso, el suministros de servicios públicos, transporte entre otros, que representan 67 % en el acumulado total.
Según explicó Oviedo, este grupo restó 9,2 puntos porcentuales al resultado general al tener una disminución de 13,3 % (ver Gráfico).
El otro segmento más relevante y que impactó 9,12 puntos fue el de actividades secundarias que incluye a las manufacturas y la construcción, que representan el 20 % del resultado total y cayeron 50,12 % con respecto al mismo mes del año anterior.
Mientras que el que menos generó resultados negativos fue el primario que incluye el agro y las industrias extractivas con 1,74 puntos porcentuales, una caída de 13,75 % y una representación del 13 %.
Clave la reactivación
Más allá de estos resultados, que ya se sabía iban a ser los más malos de la historia, dijo Luis Fernando Ramírez, investigador de la Universidad Sergio Arboleda, lo relevante viene en meses como mayo y junio, que pese a que serán negativos, deben mostrar caídas menos dramáticas que demuestren que hay un cambio de tendencia.
Así, la noticia es en parte “positiva”, dijo el director de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, si se tiene en cuenta que “abril fue el mes en el que más días estuvieron en el aislamiento preventivo obligatorio, que generó una disrupción muy grande de la actividad productiva”.
“Lo más importante en el Producto Interno Bruto (PIB) es el consumo, estamos en manos de los hogares y esto se está viendo afectado por el desempleo y la desconfianza. Las personas están es haciendo mercado, no pensando en comprar bienes durables”, dijo Ramírez.
Consistente con este planteamiento Jesús Botero, profesor del departamento de Economía de Eafit, afirmó que esta es la razón por la cual se debe seguir caminando en la senda de la reactivación inteligente con protocolos, pero no se puede seguir frenando la producción.
“Conforme vamos liberando el racionamiento, el consumo va a empezar a recuperarse, no va a ser el dinamizador, porque no vamos a crecer, sino que la economía va a caer entre 6 % y 6,3 % para este año”, agregó el experto.
Con este panorama Botero agregó que se prevé una caída del 15 % para el segundo trimestre del año —empezando en abril con el 20,06 %, (15 % en junio y el 10 % en julio)—, un - 8 % en el tercero y -3 % en el último trimestre, dejando la recuperación más relevante en 2021..
14,4 %
fue la caída entre marzo y abril de acuerdo con el ISE del Dane.