Encontrar una respuesta inmediata para solucionar el conflicto entre Estados Unidos y China es, según el grupo económico de la Universidad Eafit, fundamental para que Colombia pueda tener mejores perspectivas. También para fortalecer la confianza que se ha perdido.
“La inversión pierde dinamismo en el mundo, pese a la liquidez imperante y a tasas de intereses muy bajas o incluso negativas. Esto por la incertidumbre que está exacerbándose y que pone al mundo en una compleja situación”, dice el grupo en su informe Economía Colombiana, análisis de coyuntura.
A pesar de ese panorama, se ve una economía preparada, al menos para lo que pueda pasar este año. Las perspectivas están en que el crecimiento del PIB nacional llegue a 3,1 % a cierre de año y, si hay más inversión extranjera directa, una mayor demanda de los productos nacionales, esa estimación está en 3,4 % para 2020.
Proyección positiva que también tiene el Banco de la República, que tras su más reciente junta dio a conocer que, teniendo en cuenta la nueva información de actividad económica, el equipo técnico revisó al alza su pronóstico de crecimiento para 2019, desde 3,0 % a 3,2 %. “Se espera que los excesos de capacidad productiva de la economía disminuyan gradualmente en el horizonte de la política”, dijo Juan José Echavarría, gerente del Emisor.
“La prudencia en el manejo macroeconómico sigue siendo indispensable. Hay que perseverar en políticas como la Ley de Financiamiento, las fuerzas que hacen que el PIB crezca son la inversión productiva, la innovación y la productividad, eso se logra invirtiendo. Debemos acoger capitales extranjeros”, complementó Jesús Botero García, profesor del departamento de Economía y miembro del grupo de Coyuntura Económica de la Universidad Eafit.
La perspectiva del grupo académico no dista de las recomendaciones que han llegado desde organismos como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), o el Fondo Monetario Internacional (FMI), en la medida en que se necesitan marcos fiscales menos engorrosos y garantizar la estabilidad jurídica para que el inversionista extranjero sienta que su capital está seguro en el país.