Hasta ayer 73 empresarios de Colombia y China estrecharon las manos para empezar a ser socios comerciales en sectores como el tecnológico, servicios y agro. Un plan que el Gobierno viene impulsando con el objetivo de diversificar los acuerdos comerciales ante el cierre de fronteras de parte de las economías más duras a razón de la guerra comercial entre el gigante asiático y Estados Unidos.
Laura Valdivieso, viceministra de Comercio Exterior, aseguró que este evento es la oportunidad para que el país se muestre como el trampolín preciso para que los empresarios chinos suministren bienes y servicios a la región.
Sobre el plan dijo que “facilitará la construcción de estrategias conjuntas, que permitirán aprovechar los grandes potenciales en materia de comercio que ofrecen nuestros países”, expresó Valdivieso.
Ahora, para Ramón Javier Mesa, profesor de economía en la Universidad de Antioquia, si bien abrir las puertas con la idea de impulsar la inversión de países tan importantes como China es vital, también urge liderar planes para que Colombia tenga espacio para aumentar sus ventas externas.
Si bien la nación asiática es la segunda más importante en términos de exportaciones (representó el 13 % del total de envíos a septiembre), todavía la balanza se inclina a favor de China.
Y si se revisan las cifras al 14 de noviembre de 2019 del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), la balanza comercial con esa economía es de -4.539 y millones de dólares. Es decir, China le ha vendido más bienes o servicios a Colombia, en comparación con lo que el país ha exportado a esa economía.
“Además es la oportunidad para encontrar iniciativas que ayuden a diversificar los productos y generar una demanda más sostenida en bienes del agro local, por ejemplo, pero que tengan un valor agregado”, explicó Mesa.