Mientras el ministro de Minas, Tomás González, descarta la posibilidad de racionamiento, los datos duros, como el nivel de los embalses y la generación de las termoeléctricas, le quitan energía a su anhelo.
La capacidad útil de los embalses cerró febrero en 30 %. La firma XM, operador del mercado eléctrico, y la Asociación Nacional de Empresas Generadoras (Andeg) indican que, habría racionamiento si el nivel llega a 20 % o menos.
La salida de operación de la central de Guatapé (EPM) y el daño en Termoflores IV (Celsia), resta 20,5 gigavatios hora-día (GWh-día), es decir el 10,7 % a la capacidad de generación del país.
Según el último reporte de XM, esta semana llegarán 7 GWh-día desde Ecuador. Los 13,5 gigavatios para cubrir el faltante deberán producirlos las térmicas y las hidroeléctricas, es decir, agotar más reservas de agua.
La tormenta perfecta que vive el sector energético nadie la veía venir: “todos estábamos preparados para abastecer la demanda, pero ante daños y averías, poco o nada podemos hacer”, aseguró Ángela Montoya, presidenta de la Asociación Colombiana de Generadores de Energía (Acolgén).
Aún con este panorama, el ministro de Minas aseguró ayer en rueda de prensa que, de momento, “no estamos previendo ni cortes, apagones y, de suceder, seríamos los primeros en salir a contárselo al país”.
Mientras el Gobierno se blinda ante esa posibilidad, al presidente de Andeg, Alejandro Castañeda, le preocupa la vulnerabilidad del sistema energético: “cualquier afectación adicional podría llevarnos a cortar el suministro para no afectar todo el sistema”.
Sin embargo, datos publicados por el diario El Tiempo, citando un documento de XM, proyectan una hora “de reserva de potencia” por 12 días, es decir, racionamiento. En ese sentido, Montoya cree que “no estamos hablando de un apagón, pero sí se podría hablar de racionamientos programados por falta de potencia en el sistema”.
Y el escenario no estaría lejano. Las plantas térmicas, trabajando a toda capacidad, entrarían en mantenimiento paulatinamente y sólo en este mes, tres deberán pasar por el taller. “Las térmicas tienen que adecuarse, es como llevar un carro, porque cumplió el kilometraje, no es negociable”, indicó Castañeda. Esta salida de operación abriría más el hueco para atender una demanda nacional de 190 GWh-día, de la cual el 47 % lo aportan térmicas.
En tanto, usar “Hora Gaviria” (adelantar relojes) o pico y placa al consumo propone el exministro Amilkar Acosta, para evitar racionamientos. Pero la presidenta de Acolgén considera que esas opciones no tendrían efecto y los reales alivios deben darse desde la demanda: “si el consumo del país baja 5 %, podremos pasar El Niño sin ningún problema”, concluyó.
