La encrucijada del rescate a las empresas

Es complejo el panorama de las compañías ante la emergencia sanitaria. El equilibrio en el apoyo del Gobierno será un factor clave.

Las crisis económica de las aerolíneas pone en la mesa la discusión sobre las empresas que deben ser rescatadas. Foto Juan Antonio Sánchez

Los SOS lanzados por la aerolínea Avianca buscando el apoyo financiero del Gobierno, los pasos dados en procura de realizar una reorganización al amparo del Capítulo 11 del Código de Bancarrotas de los Estados Unidos y la decisión de iniciar un proceso de disolución y liquidación de su filial en Perú, dan cuenta del impacto negativo causado por la pandemia de la covid-19 en los resultados económicos de la empresa.

Pero la situación de una compañía centenaria y reconocida internacionalmente bien podría ilustrar la condición de muchas otras sociedades que, por causa de las medidas restrictivas decretadas por las autoridades para contener el avance de la enfermedad, también han debido paralizar total o parcialmente sus actividades evidenciando la contracción de los ingresos y por ende un deterioro en el flujo de recursos para cumplir los compromisos económicos.

Un sondeo de la firma consultora FTI Consulting entre empresarios de los sectores de servicios, industria y financieros mostró que 7 de cada 10 están preocupados por el impacto de la pandemia sobre el futuro económico de los negocios, y 6 de cada 10 no tenían un plan para un escenario como el actual.

Adicionalmente, 8 de cada 10 empresas esperaba que este año fuera bueno o muy bueno, pero dada la crisis, la mayoría piensa ahora que no se va a recuperar antes del próximo año, o incluso después.

Primera radiografía

En esa línea, resultó llamativo el reporte entregado el martes por la Superintendencia de Sociedades (Supersociedades) en el que se mostró el mapa de insolvencia empresarial, levantado entre abril y la primera quincena de mayo, lapso que coincidió con los periodos de aislamiento ordenados por el Gobierno (ver gráfico).

También llamó la atención el hecho de que pese a haberse expedido una norma de emergencia (Decreto 560) que fijó una serie de medidas transitorias para los procesos de insolvencia empresarial, un mes después la figura solo ha sido acogida por cuatro sociedades que intentan ejecutar una negociación de emergencia para salir de las dificultades financieras que afrontan, pero sin que se revelaran sus nombres.

Desde la óptica del superintendente de Sociedades, Juan Pablo Liévano, más adelante cuando haya una mayor apropiación de las bondades del Decreto 560, el número de empresas que acojan la figura de podría elevarse, lo que se prevé ocurriría entre junio y julio (ver Para saber más).

Por el momento se esperan los efectos del subsidio a las nóminas empresariales que entregará el Gobierno consistente en el 40 % de un salario mínimo por cada trabajador (unos 351.000 pesos), el cual se otorgará por tres meses (¿Qué sigue?).

En ese escenario, uno de los interrogantes que surge en esta coyuntura es: ¿cuáles empresas hay que salvar?

Decisión compleja

Para el exministro de Comercio, Jorge Humberto Botero, no es posible que el Gobierno rescate a todas las compañías, así lo quisiera.

“Si decide rescatar algunas es porque son absolutamente estratégicas para el país y debe tratar de minimizar el esfuerzo de ese apalancamiento o apoyo estatal que se dé. La industria aeronáutica es vital para Colombia, pues la topografía nos hace muy dependientes del transporte aéreo”, manifestó el exfuncionario, quien recordó cómo fue la ruta entre Barranquilla y los otrora puertos de Honda y Flandes, en el Tolima, una de las primeras en América.

Además, Botero consideró que en el caso del transporte aéreo el Gobierno no podría lanzarle el salvavidas a unas sociedades y a otras no, porque no sería equitativo ni suficiente. “Creo que en el caso de Avianca sería prudente esperar, porque ya inició un proceso de reestructuración en Estados Unidos que puede generarle algunos alivios, lo que haría innecesaria la intervención del Estado colombiano”.

Para las demás aerolíneas que hacen presencia en el mercado nacional, señaló que la fórmula sería otorgarles garantías para que estas busquen los recursos financieros que eventualmente requerirían, pero no otorgarles créditos y menos aportes de capital, pues se apartó de la idea de que el Estado se vuelva accionista de esas sociedades (ver Textualmente).

Igualmente, indicó que las empresas hoteleras y las vinculadas al sector turístico están en cuidados intensivos y en una situación precaria para las cuales sería conveniente diseñar alternativas.

Más voces de auxilio

El turismo ha sido una de las actividades económicas que mayor afectación ha tenido en esta emergencia sanitaria. La Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo (Anato) calculó que al cierre de este año la disminución de los ingresos será de un 70 %.

“Hemos insistido al Gobierno en la necesidad de recibir alivios en el flujo de caja de las agencias de viaje solicitando créditos a largo plazo superiores a 5 años, mejores tasas de interés, periodos muertos o de gracia superiores a un año, exoneración de la carga impositiva, y en todo caso medidas reales para aliviar el número de empleos que las empresas de turismo tienen a cargo, mientras llega una recuperación de la industria”, expresó Paula Cortés Calle, presidente de la agremiación.

Según cifras de la Encuesta Trimestral de Agencias de Viajes, publicadas por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), en marzo, cuando apenas se vislumbraba la problemática, los ingresos cayeron 59,3 %. Sin contar las cifras que se presentarán para abril y mayo, los meses más afectados.

Además, de acuerdo con cálculos de Anato, basados en la Encuesta Anual de Servicios del Dane, y asumiendo que el sector se reactive para el último trimestre del año las agencias tendrían un ingreso aproximado de un billón de pesos, lo equivalente a lo que se recibía en 2013.

Mirada regional

Por su parte, la firma de consultoría Boston Consulting Group (BCG) presentó el miércoles el estudio “Covid 19: Amenaza de cierre para las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) de América Latina”, en el que se advirtió que cerca del 80 % de los consumidores en la región planean reducir sus gastos para este 2020, cambio que conllevaría a un efecto perjudicial a largo plazo en la economía de las mipymes.

“Las tiendas de barrio, establecimientos familiares, restaurantes, puestos de comida, bares y cafeterías principalmente, representan más del 95 % de los puntos de venta y más del 50 % de las ventas de alimentos y bebidas, lo que constituye una fuente de empleo esencial, así como una parte importante de la cadena de valor. Actualmente, su situación inestable y de márgenes bajos, las ponen en mayor riesgo ante restricciones económicas prolongadas”, se describió en el texto.

De acuerdo con este informe de BCG, en Colombia más del 90 % de negocios de ventas de comida han tenido que cerrar por las restricciones. “Por la disminución de la demanda, entre el 75 % al 80 % de estos locales en Brasil, México, Colombia y Perú serán vulnerables al cierre, poniendo en riesgo entre 3,8 millones y 4,2 millones de empleos.

Por otro lado, el estudio destaca que los gobiernos vienen proporcionando paquetes de rescate en respuesta a la crisis, pero el entorno financiero en Latinoamérica limita las posibilidades de generar un estímulo económico a gran escala como los de Estados Unidos y Europa.

No obstante, también plantea medidas como subsidios directos, respaldo a préstamos, alivios financieros y postergación de pagos de costos operativos, que podrían considerar los gobiernos para proteger a las mipymes.