x

Pico y Placa Medellín

viernes

0 y 6 

0 y 6

Pico y Placa Medellín

jueves

1 y 7 

1 y 7

Pico y Placa Medellín

miercoles

5 y 9 

5 y 9

Pico y Placa Medellín

martes

2 y 8  

2 y 8

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

3 y 4  

3 y 4

language COL arrow_drop_down

Desde la órbita terrestre se puede ver el plástico del océano

Investigadores de Estados Unidos lograron rastrear microplásticos en el mar usando satélites de la Nasa.

  • Desde la órbita terrestre se puede ver el plástico del océano
  • La imagen es del estudio realizado con satélites de Nasa. Las zonas rojas son las que más microplásticos concentran. Foto: Nasa
    La imagen es del estudio realizado con satélites de Nasa. Las zonas rojas son las que más microplásticos concentran. Foto: Nasa
14 de julio de 2021
bookmark

Haga de cuenta que, cada semana y mordisco a mordisco, usted se come su tarjeta de crédito en el desayuno.

Parece ilógico, difícil de creer, pero la realidad es que día a día, en productos cotidianos como la miel, el azúcar, arroz y, sobre todo, los de origen marino como pescados y mariscos, usted come ese equivalente en microplásticos, explica a Efe la activista medioambiental y experta en medio ambiente marino Elizabeth Sherr.

Estas cifras pueden ser aproximadas, pues solo hasta hace 10 años se comenzó a investigar a profundidad el impacto de los pequeños fragmentos de plástico en el mar, pero sí es seguro que estos existen y que tienen afectaciones en todo el ecosistema, en los animales y, finalmente, en el ser humano.

Son los océanos los que absorben la mayoría de contaminantes que se generan en tierra. “Entre el 80 y el 90 % de la basura de los océanos viene del continente”, puntualiza Sherr. Además, de acuerdo con un artículo publicado en la revista Nature Sustainability, en promedio, 80 % de los objetos encontrados en los mares son plástico, sobre todo bolsas y botellas.

A partir de esta problemática, científicos de la Universidad de Michigan, en Estados Unidos, desarrollaron un proyecto a partir del cual, con satélites de la Nasa, rastrean el movimiento de estos pequeños trozos de plástico en los mares.

Conscientes, explican, de que estas pequeñas motas son dañinas y pueden ser transportadas miles de kilómetros por las corrientes oceánicas, lo que hace difícil su seguimiento y posterior eliminación.

Así, con estas imágenes saben qué zonas son las más afectadas y su objetivo es que, a partir de esta información, otros científicos se animen a crear proyectos a gran escala para eliminar y limpiar los mares.

¿Qué son los fragmentos?

La Nasa explica que estos se forman cuando “la basura plástica en el mar se descompone por los rayos del sol y el movimiento de las olas del océano”.

Andrés Osorio Arias, director del Centro de Excelencia en Ciencias Marinas, CEMarin y profesor de la Universidad Nacional de Colombia, explica además que son diversos los orígenes: unos pueden ser causados por fábricas e industrias y los otros son los resultados del consumo humano. “Hemos migrado a prácticas más asépticas desde la revolución industrial, así que es poco lo que se reutiliza. El plástico se volvió una herramienta que es de fácil consumo, bajo costo y que será difícil de reemplazar”.

Paula Andrea Zapata Ramírez, doctora en Biología y Ecología Marina y profesora del programa de Robótica Submarina en la Universidad Pontificia Bolivariana, agrega que no se trata de una problemática localizada, local, sino que es a escala mundial, pues son ocho millones de toneladas de desechos plásticos los que van a parar al mar cada año.

Desde la órbita

La forma en la que, mayormente, se conoce de la existencia de plásticos pequeños en los océanos es a partir de la pesca: utilizan redes para capturar peces y plancton y en ese proceso capturan también fragmentos del contaminante.

Otra forma es por investigación directa: en barcos, submarinos y otros vehículos se toman muestras de agua o hasta de arena, se lleva a laboratorios y allí se analiza bajo microscopios.

Esto, sin embargo, resulta limitante en tiempo y espacio, sobre todo teniendo en cuenta que se ha llegado a encontrar basura, entre ella plástico, incluso en los lugares más profundos del mar, como en la Fosa de las Marianas (océano Pacífico occidental), a 11.050 metros.

Zapata explica que es común usar esas técnicas en las que, a partir de microscopía y estereoscopía, utilizan el aprendizaje de máquinas (o machine learning), para diferenciar, desde las imágenes, los componentes de las muestras.

Desde el espacio, con satélites y equipos más sensibles, se combinan estas tecnologías. “Lo que se ha logrado hacer últimamente, también con machine learning sumado a sensores remotos, es calibrar una librería espectral donde cada una de las superficies de los materiales tiene una respuesta a la incidencia de la luz y, a partir de ese reflejo, se saben los componentes”, agrega.

Así, los biopolímeros, por ejemplo, que tienen respuestas espectrales particulares (o que reflejan la luz de cierta forma), se pueden diferenciar en esas librerías y se pueden identificar desde satélites. “Lo que pasa es que se necesitan sensores muy sofisticados para hacer un monitoreo espacial y temporal”.

Al final, continúa la bióloga y ecóloga marina, todo depende de la luz, de las imágenes satelitales, y de que los sensores puedan penetrar la columna de agua que, desafortunadamente, pierde precisión mientras se interna en las profundidades del mar donde no llega tanto la luz. “Ahí es cuando se usan otras herramientas, como submarinos, pues ya hemos identificado que no es un problema superficial”.

El estudio de la Universidad de Michigan utiliza una nueva técnica: mediciones de radar biestático a bordo de vehículos espaciales. Se basa en datos del Cyclone Global Navigation Satellite System (Cygnss) de la NASA, que es “una constelación –de ocho pequeños satélites– que mide la velocidad del viento sobre los océanos de la Tierra y proporciona información sobre la fuerza de los huracanes”. Mide también la rugosidad del océano.

Para determinar las zonas con más presencia de microplástico, los investigadores buscaron zonas del océano con mareas suaves a pesar de la velocidad del viento, pues creyeron que esto indicaría presencia de estos fragmentos, y “luego compararon esas áreas con observaciones y predicciones de modelos de dónde se congregan los microplásticos en el océano”, explica la Nasa.

Así, se basan en la capacidad de respuesta que tienen las zonas estudiadas al impulso del viento y que son alteradas por tensoactivos, también llamados surfactantes (o agentes activos en la superficie), dicen los investigadores Chris Ruf, profesor de la Universidad de Michigan e investigador principal de Cygnss, y la estudiante de pregrado Madeline C. Evans.

Desde ahí, descubrieron que este tiende a estar en aguas más suaves y confirmaron que el Cygnss sí se puede usar como herramienta de rastreo. “El nuevo método proporcionará un mejor seguimiento de los microplásticos oceánicos y apoyará el desarrollo y validación de modelos futuros”.

Osorio está de acuerdo. Dice que estos modelos pueden terminar prediciendo para dónde se mueven las basuras, dónde están concentradas y demás y, a partir de ahí, utilizar mecanismos como barreras, mallas y otras tecnologías para recoger el plástico y devolver el agua sin contaminantes. “Se deben masificar estos desarrollos que permitan limpiar los océanos a grandes escalas para poder tener un cambio”.

Esto es, entonces, una suma de noticias positivas. Se puede rastrear el microplástico a gran escala, se pueden desarrollar tecnologías de recolección y, según Osorio, “con buenas prácticas, es posible no producir más plástico y utilizar el ya existente con procesos de reciclaje y reutilización”.

De no hacer nada, se puede modificar el ciclo hidrológico de la Tierra, cambiar y acabar con el océano y todos los ecosistemas marinos y terrestres y las especies estarían en peligro de desaparecer o sufrir. “Debemos dejar que el sistema descanse, se recupere”.

Zapata puntualiza que se debe ser consciente y paciente con el uso de otros materiales y el reciclaje del plástico ya existente, porque, dice, son las pequeñas acciones sumadas al trabajo con las industrias las que cuentan.

Los peligros de un trozo de plástico, en cifras

La imagen es del estudio realizado con satélites de Nasa. Las zonas rojas son las que más microplásticos concentran. <b>Foto: Nasa</b>
La imagen es del estudio realizado con satélites de Nasa. Las zonas rojas son las que más microplásticos concentran. Foto: Nasa

De toda la basura que se encuentra en los océanos, 80 % es plástico, seguido por el metal, vidrio, ropa, papel y madera procesada. La mayor proporción de biopolímeros, comparado con otras basuras, está en las aguas superficiales (95 %), seguido por las costas (83 %), mientras que en los ríos es solo 49 %. Esta información resultó de la investigación publicada en Nature Sustainability, que analizó 112 categorías de basura de tamaños superiores a 2,5 centímetros encontrada en ríos, playas, aguas costeras, aguas abiertas, fondos costeros, y en grandes profundidades oceánicas. Las bolsas fueron el primer contaminante, luego botellas de plástico, cuerdas sintéticas, hilos y boyas. Al respecto, Zapata explica que los plásticos no se quedan en las superficies, sino que la dinámica de circulación oceánica se encarga de que el agua vaya desde arriba hacia profundidad y lleva los fragmentos a todas las zonas. Esto es un riesgo para la dinámica oceánica. “El planeta tiene procesos de circulación, con corrientes que se mueven por toda la Tierra, y que recogen los plásticos en ciudades y costas y las llevan mar adentro’’, explica Osorio. Sumado a esto, los animales terminan consumiendo o recibiendo estos contaminantes y, aunque dice Osorio que no hay muchos estudios sobre el impacto en el organismo de estos animales, al final termina siendo consumido por humanos, lo que sí puede afectar la salud. La imagen es del estudio realizado con satélites de Nasa. Las zonas rojas son las que más microplásticos concentran.

80 %
de los contaminantes del océano son plásticos, seguido por metales y vidrios.
El empleo que buscas
está a un clic

Nuestros portales

Club intelecto

Club intelecto

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD