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Mientras el cambio climático avanza dejando sus secuelas en el planeta, y por supuesto en Antioquia, en este departamento, desde las diferentes regiones y sus municipios hay quienes trabajan de manera casi silenciosa por mejorar la situación ambiental y buscando aminorar un poco los efectos del fenómeno mundial en nuestros territorios. Son como héroes invisibles o anónimos, de cuyas ejecutorias solo se dan cuenta sus comunidades, y lo más importante, el planeta.
Según un informe del Ideam (diciembre de 2018), de 800.000 hectáreas de bosque que tiene Antioquia, 70 % ha sufrido afectaciones por deforestación. Entre 2010 y 2018, en sus territorios fueron deforestadas 154.265 hectáreas, según un informe de la Gobernación de Antioquia. En solo 2019 fueron arrasadas 12.500 hectáreas. Por esta situación, está entre los departamentos más afectados por este fenómeno, después de Caquetá, Guaviare y Meta.
El último mapa del Ideam en medición de emisiones de gases de efecto invernadero (2016) mostró que Antioquia emana 12,9 millones de toneladas, solo superado por Caquetá (18,6) y Meta (17,3).
Lo anterior hace más valiosos los esfuerzos que se hacen desde las regiones y por eso la corporación Corantioquia, que ejerce jurisdiccion ambiental en 80 localidades, resalta cada año las personas y proyectos de más impacto en los temas ambientales.
La directora de la corporación, Ana Ligia Mora, valora esta distinción como el máximo reconocimiento a las personas que cada día piensan en qué entregarle al territorio, en ese compromiso de cómo protegerlo y promover sentimientos de corresponsabilidad y apropiación por lo natural en los niños y las diferentes comunidades.
“Es un esfuerzo propio, sin recursos, sin apoyo de nadie en muchas ocasiones y por eso es la oportunidad de motivarlos a hacer las cosas bien, cada vez mejor, para entender que tener un medio ambiente y un ecosistema sano redunda en la calidad de vida de todos”, indicó.
Mora admitió que la situación de la pandemia pudo afectar las labores desarrolladas por estos grupos y personas, pero que, sin embargo, las iniciativas siguen avanzando sin freno. Este año fueron evaluados 189 proyectos de las distintas localidades y subregiones, de las cueles fueron premiadas 19 personas en siete categorías. A continuación les presentamos los ganadores.
Con esta distinción, la exaltada fue Martha Ligia Vasco Vélez, del municipio de Fredonia, quien lidera acciones de separación y recolección de residuos sólidos en 21 veredas del municipio del Suroeste.
“Con su trabajo, ella ha contribuido a evitar deslizamientos de terrenos, ya que se limpian caminos y vías, además de las fuentes de agua para conservar las especies y lograr que no tengan taponamientos por causa de los desechos y basuras, al tiempo que su proyecto aporta a la belleza natural del entorno”, señaló Corantioquia. Martha Ligia también trabaja con su comunidad en la trasformación de elementos reciclables en artesanías y con la colaboración de varios docentes y sus alumnos ha llevado a cabo formación ambiental en diferentes instituciones educativas.
“Esta distinción significa que estamos trabajando bien y nos anima a seguir haciendo labor por la conservación del agua, la flora, la fauna y por los ecosistemas de vida”, expresó a EL COLOMBIANO.
La ganadora fue la Asociación de Recuperadores Ambientales de Santa Fe de Antioquia (Occidente), que durante 11 años ha trabajado con material aprovechable para reducir el impacto de los residuos sólidos en las fuentes hídricas y el paisaje. Actualmente, desarrolla la iniciativa “Mentes empoderadas con el cuidado del medio ambiente”, que busca promover el manejo adecuado de los residuos sólidos.
La asociación la integran 45 personas, recuperadores ambientales y madres cabezas de hogar que derivan el sustento de sus familias con el reciclaje.
“Desde que ganamos el premio hemos tenido más apoyo de la alcaldía y de la empresa de servicios públicos, y las familias nos están ayudando más con la separación en la fuente”, comentó Laura Santamaría Méndez, una de las líderes del colectivo ambiental.
En esta categoría la mejor labor en el departamento la está relizando, según la distinción, el Consejo Comunitario de Negritudes Vereda Caño Bodegas de Yondó, Magdalena Medio, que trabaja en la propagación de especies de árboles nativos, en la recuperación de fuentes hídricas mediante estrategias participativas de rescate de los saberes y prácticas ancestrales; la recuperación de semillas y la promoción de relaciones de género equitativas, son otros temas en los que trabaja el colectivo.
Lo conforman 27 miembros de la comunidad, entre jóvenes y mujeres, que se encargan de fomentar el monitoreo, rescate y propagación de especies de árboles nativos. Se benefician las 78 familias de la comunidad, con quienes se promueve el diálogo para la recuperación de saberes ancestrales en torno a la conservación de la biodiversidad en el territorio.
Esta distinción quedó en manos de la IE Rafael Uribe Uribe, del municipio de Valparaíso (Suroeste), por su trabajo en la caracterización y adopción de mariposas, proyecto de educación ambiental que se aplica con sus estudiantes en distintas áreas del saber. Proyecta construir el Mariposarium de Cartama – Fase 2 y la publicación del libro Mariposas Valparaiseñas.
Su labor ha fomentado en los estudiantes y familias el conocimiento del ciclo de vida de las mariposas, su importancia en los ecosistemas y su cuidado. Como eje transversal de educación ambiental se vinculan áreas del saber como ciencias naturales, artística, tecnología, media técnica agrícola y matemáticas (con el diseño estructural para la construcción del mariposario).
El galardonado fue Andrés Sierra Montoya, de Ecobac LAB, un centro de investigación y desarrollo que fabrica soluciones biotecnológicas con base en microorganismos.
Siera Montoya describe su trabajo así: “Una hectárea de café en promedio produce 10,500 kg de cerezas, y el 60 % son subproductos como pulpa, mucílago y lixiviados generados durante el beneficio, causando contaminación a las fuentes hídricas y enfermedades con los malos olores y mosquitos. Con Ecobac MR (Microorganismos de Resultados) no solamente se quitan estos problemas sino que se agrega valor y conocimiento protegiendo la vida, reutilizando los subproductos del beneficio de hasta 3 hectáreas de cultivo. Integrando solo 1 litro de MR con prácticas agrícolas sencillas les permite a los caficultores innovar mejorando su salud y bienestar, fabricando coproductos propios como abonos y biofertilizantes, y con este proceso se ayuda a mejorar la calidad, fijando en promedio unas 6.300 toneladas de carbono orgánico por hectárea al año, de forma natural y con resultados”.
En la modalidad escrito se exaltó el trabajo de Ana María Builes, del medio independiente www.vertiente.co, con su trabajo “Un diálogo con el bosque seco tropical”, que hace un recorrido por un ecosietema en peligro en la región del Occidente antioqueño. Laura es una diseñadora gráfica que se proclama amante de realizar trabajos periodísticos de temas ambientales en territorios con amenaza.
Periodismo radial: Se premio a la corporación Raya, que durante varios años ha realizado el podcast ¡Ládralo!, dedicado a promover la protección animal.
Periodismo audiovisual: el ganador fue el proyecto Giraldo Gallery, del municipio de Jardín, por su trabajo enfocado en el cine rural. Proyecta realizar la producción del audiovisual “Sí al loro”, para destacar la importancia y condición actual del loro orejiamarillo en la región.
Cada uno de los proyectos reconocidos por Corantioquia en las distintas categorías recibieron un incentivo de $3.000.000 para continuar con su labor de cuidar el medioambiente en cada unos de sus territorios. .