Un dantesco caso judicial ha prendido las alarmas en la ciudad, no solo por los detalles del crimen, sino por lo que habría detrás.
Este martes 15 de julio, la Fiscalía General informó que un juez de la República le impuso la medida de aseguramiento en un centro penitenciario a un subintendente de la Policía que habría sido responsable del secuestro y hurto del que fue víctima un joven de 17 años en Medellín.
Según trascendió, los sucesos que motivaron la decisión judicial ocurrieron el pasado viernes 11 de julio en el barrio La América, en el occidente de Medellín. Ese día, al parecer, el uniformado y otros dos hombres –de los que no han trascendido más detalles– ingresaron a un salón de clases y luego de identificarse como miembros de la policía judicial Sijin, lo esposaron alegando que sobre él recaía una supuesta orden de captura emanada por un juez.
La cuestión es que durante la falsa diligencia judicial, el menor de edad fue despojado de dos celulares que portaba, así como del dinero en efectivo que llevaba y un bolso que, entre otras cosas, contenía sus documentos personales. Lo tasado del hurto alcanzó los $7 millones, según la Fiscalía.
Lea también: A una monja retirada la asesinaron a puñal dentro de su casa en el nororiente de Medellín
En el sospechoso procedimiento, el suboficial y los dos hombres insistieron en llevarse detenido al joven así fuera por la fuerza. Sin embargo, el docente del joven y otros testigos de la irregular situación no lo permitieron, toda vez que los supuestos policiales no mostraron orden judicial alguna y además tampoco portaban identificación que los acreditara como agentes de la ley.
El asunto fue escalando y ante la negativa de la comunidad el subintendente decidió pedir apoyo policial al CAI de la zona para así supuestamente “continuar con la actividad judicial”.
La cuestión es que al llegar los policiales, estos no solo descubrieron que el suboficial estaba en su periodo de vacaciones, por lo que nada debía estar haciendo allá, además de que la supuesta orden de captura era inexistente.
Ante semejante revés, el hombre fue capturado e imputado por los delitos de secuestro simple, hurto calificado y agravado, así como el delito de abuso de funciones públicas.
Ante la gravedad del suceso, el juez lo envió a la cárcel mientras se surte su proceso judicial.
Hasta ahora, no ha trascendido la identidad de los dos cómplices y si estos hacen parte de alguna estructura ilegal de la zona. En cuanto al oficial, no se ha informado a qué estación de Policía pertenecía y qué intenciones más oscuras habrían motivado el intento de secuestro del joven estudiante.