Las palabras del alcalde Daniel Quintero cayeron mal entre los que habitan la Plaza Botero. “En apoyo a prostitutas, marcha de mujeres tumbó vallas de Plaza Botero. Alcaldía las pondrá mañana de nuevo”, dijo el mandatario a través de su cuenta de Twitter. Ese mensaje fue rechazado en una carta pública por tener una carga “revictimizante”.
El cruce de palabras tiene que ver con lo que pasó durante la marcha del 8M en Medellín. Algunas mujeres, que se movilizaban por sus derechos, grafitearon con consignas las estatuas de Botero. Un sector de la población rechazó el acto rotundamente.
La carta en que se critican las palabras de Quintero está firmada por varias corporaciones, entre ellas Corpocentro, Universo Centro, Ítaca, el Museo de Antioquia, entre otros.
“Las trabajadoras sexuales y las organizaciones que trabajamos con esta población y que hacemos parte de esta alianza, rechazamos el mensaje que el alcalde publicó ayer en su cuenta de Twitter, en el que indica que las vallas de la Plaza se tumbaron en apoyo a las trabajadoras sexuales”, se lee en la carta.
El mensaje toma un tono más contundente y califica de “tendenciosas” las palabras de Quintero. “Este tipo de afirmaciones son tendenciosas e incrementan la estigmatización y la discriminación hacia las trabajadoras sexuales y la demás población que habita cotidianamente la Plaza”.
En el punto seis, sin embargo, la carta rechaza que la protesta afecte el espacio público: “Tenemos la firme convicción de que el derecho a la protesta, con sus múltiples expresiones, puede convivir con el cuidado y protección de lo público. Por lo tanto, rechazamos la destrucción del patrimonio y los equipamientos de la ciudadanía, especialmente porque generan miedo, desestimulan el diálogo y profundizan la estigmatización a la misma protesta pacífica”.
Lo que pasó, en realidad, es una escena más del conflicto social que hay en la plaza Botero y que el cerramiento que hizo la Alcaldía ha puesto en evidencia.