En un operativo contra la fabricación del tusi en Medellín, las autoridades capturaron a una mujer que tenía en su poder 100 frascos de ketamina, una sustancia que es usada por las estructuras criminales como uno de los componentes de esta droga sintética. Por esta razón y luego de un proceso judicial, esta persona fue condenada por un juez y enviada a prisión.
De acuerdo con los reportes judiciales, a la mujer se le venía haciendo una investigación desde enero de este año, cuando empezaron a tener sospechas de la fabricación de tusi dentro de su propiedad, ante las quejas de algunos residentes del sector del barrio Los Alpes, en la comuna 16 (Belén).
Fue entonces cuando personal de la Policía Metropolitana realizó un allanamiento a la propiedad y se encontró con esta cantidad de frascos de ketamina, que representan un peso neto de 10.000 miligramos, por lo que procedieron con su detención. Según las investigaciones, también habrían encontrado elementos que se habrían usado para la fabricación de estos estupefacientes.
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Luego de ser presentada ante el juez 26 Penal del Circuito de Medellín, en el proceso judicial la mujer recibió una condena de cinco años y ocho meses de prisión por el delito de tráfico, fabricación y porte de estupefacientes, en concurso con destinación ilícita de inmuebles.
La condena la deberá purgar en un centro carcelario, teniendo en cuenta que se superaría el tope de cuatro años para que se pudieran tomar otras medidas no privativas de la libertad.
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Sin embargo, la defensa de la procesada apeló la decisión, por lo que el Tribunal Superior de Antioquia deberá revisar el caso y determinar si ratifica la condena o, por el contrario, la modifica.
La ketamina es uno de los químicos clave para la fabricación del tusi en Medellín, debido a su poder adictivo. En su esencia, es un fármaco con propiedades anestésicas, analgésicas y disociativas, usada principalmente para pacientes con graves dolencias.
Su comercialización es restringida, por lo que las estructuras criminales iniciaron un tráfico de este químico desde Norteamérica, principalmente, para incrementar la producción de una de las sustancias de mayor comercialización en la ciudad.
De hecho, en los últimos años se han detectado, al menos, 43 marcas distintas de tusi en Medellín, luego de que se hicieran varias modificaciones de la droga original, la 2CB, producida en Países Bajos y otros países de Europa.