Concejo le aprobó más vigencias futuras al alcalde Quintero: quedó con aval para contratar cárcel en San Cristóbal

La coalición de gobierno funcionó como un reloj y volvió a ganar en la votación del segundo debate del proyecto. Se comprometerán recursos entre 2026 y 2037.

Lo que presentó la Alcaldía para al Concejo es una cárcel con capacidad para 1.339 personas privadas de la libertad distribuidas en seis pabellones, en un lote de 30 hectáreas ubicado en San Cristóbal. RENDER: CORTESÍA

El Concejo de Medellín aprobó este jueves en segundo debate la autorización al alcalde de Medellín para comprometer vigencias futuras por más de 675.000 millones de pesos de hoy para construir una cárcel metropolitana para sindicados en el corregimiento de San Cristóbal. La votación se definió con 11 votos a favor y 9 en contra.

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A favor votaron (11): Fabio Rivera, Juan Felipe Betancur, Aura Marleny Arcila, Luis Carlos Hernández, Carlos Romero, Jaime Cuartas, Juan Jiménez Lara, Babinton Flórez, Lucas Cañas, Lina García y Nataly Vélez.

En contra votaron (9): Luis Bernardo Vélez, Daniel Duque, Simón Pérez, Leticia Orrego, Claudia Ramírez, Carlos Ríos, Julio González, Sebastián López y Alfredo Ramos.

Dora Saldarriaga no participó en la votación porque se encuentra incapacitada por una intervención médica.

El proyecto de la cárcel metropolitana para sindicados tiene varias polémicas y problemas encima. Desde 2019 hay un fallo judicial que exigió a la Alcaldía de Medellín construir una cárcel para estas personas que hoy están hacinadas y en condiciones infrahumanas en las estaciones de Policía. Pese a que el fallo dio tres años para que el proyecto se hiciera, hoy no se ha puesto la primera piedra.

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La Alcaldía radicó a la carrera hace unos días el proyecto de acuerdo para que le asignaran recursos al proyecto. Aunque hay consenso en su necesidad, lo que cuestionaron algunos concejales fueron las formas. Leticia Orrego, del Centro Democrático, dijo durante la discusión que su aprobación sería un “cheque en blanco” para el alcalde Daniel Quintero.

La lista de anomalías del proyecto es larga, empezando por los estudios técnicos que deben respaldar la viabilidad del proyecto, pero no aparecen por ninguna parte, a pesar de los reiterados pedidos de los concejales. El lote escogido para construir colinda con parcelaciones, urbanizaciones y viviendas, lo que lo hace inviable para una cárcel.

Adicionalmente está el desbarajuste financiero. Resulta insólito, como lo dijo la concejal Claudia Ramírez, que la agencia APP haya calculado el proyecto con un dólar a $3.842, muy por debajo de los $4.370 de su valor promedio en los últimos 12 meses o de los $4.670 en los recientes seis meses.

El proyecto aprobado compromete vigencias excepcionales, es decir, que no comprometen la vigencia fiscal actual, sino que comienzan desde los años venideros. Para construir la cárcel se utilizará plata desde 2026 hasta 2037. En el primer año se pondrían 56.251 millones y en el último 56.251 millones, montos con pesos de hoy. Es decir, están comprometidas las próximas cuatro administraciones.

Lo que extrañó a algunos concejales opositores es el porqué el proyecto se presentó en el último año de la alcaldía de Quintero, si el fallo data de antes de la posesión del actual alcalde. ¿Por qué se esperó tanto?

Un grupo de ciudadanos de San Cristóbal, donde se construirá la cárcel, envió un derecho de petición pidiendo claridades sobre la obra. Alegan que no se les ha tenido en cuenta y que el proyecto generaría un daño ambiental sin precedentes.

La comunidad se quejó de varios puntos durante el debate de este jueves en el Concejo: “construir la tercera cárcel en la zona implica tener dos colegios menos”, dijo uno de los líderes. Mencionó que la materialización de la cárcel traerá problemas en el abastecimiento de agua potable, la contaminación de las aguas residuales porque el corregimiento no tiene capacidad en su alcantarillado, además de la afectación de la seguridad en el corregimiento.

“El predio no es adecuado para la construcción de la cárcel, no mantiene la distancia de seguridad necesaria de 200 metros de los edificios vecinos. Colinda con la colonia Nazaret, el convento de San Gerardo y el futuro colegio del Tirol”, se quejaron.