Pareciera ser que los casos de los extranjeros abusadores de menores de edad en Medellín están articulados unos con los otros. Todo porque el caso del ecuatoriano-estadounidense Stefan Andrés Correa se empezó a revelar en el marco de la investigación para intentar capturar a Timothy Alan Livingston, el norteamericano que es buscado por un caso de abuso de dos menores dentro de un hotel en el barrio El Poblado a finales de marzo y quien se encuentra prófugo de la justicia.
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Así lo reveló el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, quien aseguró que de manera articulada con las autoridades del estado de Ohio, Estados Unidos, y con la trazabilidad de las investigaciones, terminaron revelando que mientras buscaban a Livingston, salió a relucir el nombre de este otro extranjero, capturado el pasado viernes en el Aeropuerto Internacional de Miami cuando pretendía abordar un vuelo a Bogotá, para posteriormente hacer una escala en Medellín.
“Este caso de Stefan Andrés Correa está directamente relacionado con el de Timothy Alan Livingston. Esta captura es producto de la investigación que se realiza de manera interagencial con la Policía Nacional y las agencias de inteligencia y justicia de Estados Unidos”, manifestó el alcalde Gutiérrez.
La clave que permitió relevar que Correa formaba parte de esta red, mediante la adquisición de las menores, fue la entrevista a una de las víctimas de Livingston, quien habría afirmado que no solo este estadounidense la habría abusado, sino también que sería víctima de Correa, un químico farmacéutico de Miami.
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Además, en medio de estas indagaciones, no solo se estableció que este ecuatoriano-estadounidense pagaría 300.000 pesos y les daba iPhone 7, 8 o XS a las menores víctimas, sino también que pagaba arriendo mediante plataformas de aplicaciones para darles hospedaje mientras continuaba con su proceso de explotación sexual.
“La información de Stefan Andrés Correa, que era quien pagaba el arriendo y la alimentación de las niñas en distintos sitios de la ciudad para explotarlas”, explicó el mandatario al momento de ampliar los detalles sobre la captura de este extranjero, quien desde 2022 tenía 45 movimientos migratorios a Medellín y quien tendría preferencia por menores entre los 10 y 12 años.
Van tras la red
Estos dos casos, ligados uno con el otro, dejan en evidencia que en Medellín hay una fuerte red de explotación sexual de menores que estaría ofertando a las menores para que los turistas lleguen directamente a abusarlas sexualmente, sin necesidad de hacer una búsqueda previa. Todo se haría a través de redes sociales.
Cuando se hizo mención del caso de Livingston, se habló de que esta red estaría funcionando desde la comuna 3 (Manrique) y que de uno de los barrios de esta zona sería el lugar de procedencia de las menores explotadas en el caso de este estadounidense, buscado con circular azul de Interpol para que responda por los crímenes sexuales en Colombia, así sea ante la justicia de Estados Unidos.
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“Esto no es un caso aislado, sino un fenómeno de trata de personas con fines de explotación sexual que durante muchos años pasó se agache, sin que nadie dijera nada, pero ya lo estamos atacando con toda”, aseguró el alcalde de Medellín.
El comandante de la Policía Metropolitana, general Óscar Andrés Lamprea, manifestó que ya se está trabajando de manera intensificada para empezar a desarticular estas estructuras y ya se tienen pistas fuertes para dar, en el corto plazo, con las primeras capturas de los integrantes de las organizaciones detrás de reclutar a los menores para explotarlos sexualmente, principalmente con los turistas extranjeros.
Para continuar obteniendo información consolidada de las redes de explotación sexual en Medellín, las autoridades ya cuentan con la evidencia que se pueda recolectar en el computador y en los nueve celulares que le incautaron a Correa, haciendo la salvedad que varios de esos equipos móviles estaban vacíos e iban a ser traídos como moneda de cambio para pagar los delitos sexuales a sus víctimas, siempre y cuando saciaran sus deseos sexuales.
Incluso, están tras la pista de quienes estarían haciendo las labores de reclutamiento de las menores en barrios e instituciones educativas para iniciarles un proceso judicial, teniendo en cuenta que “esto ha llevado a que estas menores se desescolaricen y hasta abandonen sus hogares. También estamos mirando la situación con los padres de familia”, expresó el mandatario.
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