La entrada en operación de Puerto Antioquia será toda una revolución logística que pondrá a Turbo a la vanguardia en la infraestructura portuaria del país. No solo triplicará el volumen de carga que hoy mueve Urabá —pasará de 2 a 7 millones de toneladas anuales—, sino que reducirá a una sexta parte los procesos de carga y descarga de contenedores, ordenará el tráfico de buques en el Golfo y prolongará la vida útil de las frutas, abriendo nuevas fronteras para las exportaciones.
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El nuevo puerto en el Caribe será la salida más moderna del país y un impulso decisivo para el sistema productivo nacional porque será la más cercana a Antioquia, Cundinamarca y el Eje Cafetero, regiones que juntas generan el 70% del PIB de Colombia.
Esta terminal permitirá reducir a la mitad los tiempos logísticos de importación y exportación. En comparación con Cartagena, la habilitación de Turbo representará un recorte significativo en distancias: 398 kilómetros menos desde Bogotá, 263 desde Medellín y Manizales, y 298 desde Cali.
Según la Federación Colombiana de Agentes Logísticos en Comercio Internacional, esto permitirá a los transportistas hacer más recorridos en menos tiempo, con mayor eficiencia en costos. Se estima que las vías 4G reducirán el trayecto total hacia el puerto en unas cuatro horas.
En efecto, la meta es que la industria pueda despachar una exportación en la mañana desde el interior del país, posicionarla en el puerto al mediodía y embarcar mercancías en altos volúmenes hacia Estados Unidos (Filadelfia, Houston o Wilmington), Europa (Southampton, Hamburgo, Amberes y Portsmouth, entre otros) y Centroamérica.
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Con alimentos y textiles, Puerto Antioquia aspira a captar el 10% del comercio exterior del país, estima Analdex. Hoy, la aduana de Urabá representa apenas el 1%. Antioquia podrá escalar así su industria de alimentos —piña, cítricos dulces, tilapia, aguacate hass— y de confecciones hacia nuevos mercados.
Alejandro Costa, director ejecutivo de Puerto Antioquia, asegura que en cinco años Urabá demostrará que no es solo una región portuaria, sino un motor agroindustrial de escala global: “Seremos el puente de Colombia con el mundo, una plataforma de competitividad construida sobre seis décadas de experiencia exportadora”.
Puerto Antioquia: operación cambia por completo
Durante 70 años, la carga de exportación —principalmente banano y plátano— se ha embarcado desde terminales en Carepa y Turbo. Allí se cargan barcazas impulsadas por remolcadores a diésel que recorren el río León hasta el mar. Cada año se realizan unos 17.000 de estos viajes.
Los buques se dispersan en una zona de 1.150 hectáreas en el Golfo, donde esperan entre dos y tres días mientras las barcazas transfieren los contenedores. Se trata de una operación rezagada respecto a la tecnología portuaria de países competidores como Costa Rica, Guatemala o Filipinas.
Con Puerto Antioquia, ese proceso se reducirá a una sexta parte: en lugar de demorar hasta tres días, los barcos podrán ser cargados en máximo 12 horas. El puerto contará con 1.340 metros de muelle y 16,5 metros de calado, aptos para buques Postpanamax que pueden mover hasta 14.000 contenedores.
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En un lote de 38 hectáreas funcionará la plataforma terrestre con patios para contenedores secos y refrigerados, zonas de importación de vehículos y bodegas para graneles sólidos. El puerto estará conectado por un viaducto de tres carriles y 4,2 kilómetros que cruzará el río León.
La nueva lógica será directa: las fincas cargarán los camiones que irán a Puerto Antioquia, donde grúas modernas embarcarán los contenedores en una fracción del tiempo actual. Hoy, cargar 200 contenedores puede tomar hasta tres días; en el nuevo puerto, el mismo volumen se moverá en seis u ocho horas.
El puerto también reordenará el tráfico en el Golfo: con barcos más grandes y eficientes, se podrá movilizar el triple de carga con solo 200 embarcaciones al año, en lugar de las 700 actuales. Y en lugar de ocupar 1.150 hectáreas, el fondeo se concentrará en un muelle de 10 hectáreas. La zona restante podrá destinarse a la pesca artesanal. Además, la infraestructura que se proyecta está considerada de última generación, utilizando un sistema de identificación conocido como OCR (Optical Character Recognition por sus siglas en inglés), que consiste en la identificación de manera óptima de mercancías para generar mayor fluidez.
Toda esta eficiencia con el puerto mejorará la calidad de los productos porque aumentará la vida verde de la fruta, el banano llegará más fresco y podrá viajar a mercados más lejanos porque su vida útil será mayor. Según datos de la Asociación de Bananeros de Colombia, la Unión Europea fue el principal destino de la fruta en 2024 con el 69% de las exportaciones; seguido de Reino Unido y Estados Unidos.
La cercanía con el canal de Panamá y la disponibilidad de suelo para el desarrollo productivo hacen de Urabá un polo natural de inversión. Hoy, Urabá exporta más de 1,5 millones de dólares semanales sin tener un puerto. Esa realidad, sumada a una fuerza laboral calificada y a la experiencia acumulada, permitirá que la inversión que viene encuentre una región preparada para capitalizar el desarrollo. “Puerto Antioquia no es la meta, es apenas la punta de lanza de algo mucho mayor. La región tiene una capacidad competitiva sin precedentes”, afirma Costa.
Formación de talento calificado
Urabá se perfila también como una meca del talento especializado en operación portuaria. El objetivo es claro: que las comunidades locales accedan a formación técnica de alto nivel y respondan a la creciente demanda de personal calificado que generarán las más de 800 empresas proyectadas con la expansión del comercio exterior.
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Los primeros resultados ya son visibles. En abril pasado, la primera maniobra de atraque en Puerto Antioquia —la llegada de las gigantescas grúas traídas desde China— fue posible gracias a la preparación de pilotos, amarradores y operarios formados en la región.
Nada fue improvisado. Desde marzo, el megaproyecto activó su primer simulador de operación portuaria, una herramienta de entrenamiento que replica con precisión el funcionamiento de grúas y otros equipos clave. Con una inversión de 300.000 dólares, se ha convertido en una plataforma estratégica para capacitar a personas de todos los niveles educativos, sin necesidad de salir del territorio.
Hace dos semanas, 70 jóvenes urabaenses se graduaron como conductores de multitrailers, luego de un año de formación en el Centro de Excelencia Operacional de Puerto Antioquia. La certificación de sus competencias representa un nuevo paso en la consolidación de Urabá como referente nacional en formación portuaria.
Actualmente, más de 300 jóvenes participan en la primera fase del programa de formación que lidera la futura terminal en alianza con el Complejo Tecnológico Agroindustrial, Pecuario y Turístico de Urabá.
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Esa vocación formativa se refleja también en la Cámara de Comercio de Urabá. En su Centro de Desarrollo Empresarial y Educativo, la técnica más demandada es la de logística portuaria y marítima, que concentra el mayor número de egresados. De los 1.220 estudiantes que han pasado por sus aulas, 450 se formaron en ese campo. Y la oferta seguirá creciendo: ya están en carpeta nuevos programas técnicos en operaciones portuarias, mantenimiento de maquinaria, mecánica naval, electricidad industrial, automatización y seguridad marítima.
Toda una revolución logística, industrial y educativa.
