La Corte Constitucional dejó en firme los fallos del tribunal de arbitramento y del Consejo de Estado en contra de Isagén y a favor del consorcio liderado por la firma brasileña Odebrecht, que construyó la central hidroeléctrica Miel I, en el oriente de Caldas, conoció el diario La República.
El veredicto no afectará las finanzas de la generadora, cuyo control accionario quiere vender el Gobierno. En la larga batalla jurídica, Isagén ya pagó en 2013 41.602 millones de pesos y 11,4 millones de dólares, resultado del laudo arbitral que concluyó en julio de 2010. Las pretensiones eran de 91.240 millones de pesos, más 40 millones de dólares.
La Corte Constitucional decidió, luego de seleccionar para revisión, desde febrero de 2014, una acción de tutela instaurada por Isagén y que negó el Consejo de Estado.
La compañía alegó daño a su patrimonio, considerando que el tribunal de arbitramento internacional falló en su contra en medio de irregularidades y se violaron principios como el debido proceso. En contraste, el consorcio constructor argumentó perjuicios y sobrecostos que debió asumir durante las obras en una demanda con 163 reclamaciones.
Las obras tenían que entregarse en 1.642 días, a partir del 24 de diciembre de 1997. Pero se amplió el plazo en 109 días más y la entrega se realizó en primero de diciembre de 2002
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