El vicepresidente de El Salvador, Félix Ulloa, lanzó una frase demoledora para justificar la detención arbitraria de personas que alegan no pertenecer a las pandillas: “Cuando manejas una operación de estas dimensiones —y hasta ahora hemos encarcelado a más de 65.000 personas—, podría haber un error y que haya gente detenida sin tener ningún vínculo con las pandillas”.
De esta manera, Ulloa manifestó a la BBC que el régimen excepcional instaurado en El Salvador por el presidente Nayib Bukele desde hace un año, con el único fin de darle la batalla a los pandilleros, ha sido una herramienta que les ha permitido ganar esa batalla sin derramar una gota de sangre.
“De acuerdo a nuestra Constitución, se puede dictar un régimen de excepción por 30 días. Pero si las condiciones continúan, la Asamblea tiene el derecho de extenderlo por otro periodo exactamente igual. Hasta este momento lo hemos extendido hasta un año, y si la condición que lo generó sigue, el estado de excepción continuará. No se puede establecer una fecha límite, dependerá de las condiciones en el terreno”, expresó el vicepresidente.
No obstante, el periodista Will Grant, de BBC, le señaló que familiares y onegés de Derechos Humanos que operan en El Salvador señalan que el gobierno ha sobrepasado los límites y han encarcelado a personas ajenas a esa guerra y lo hacen solo por el hecho de tener un tatuaje, de realizar una llamada anónima o de parecer ser pandillero, a lo que Ulloa respondió que su gobierno se ha ceñido a las normas y que cuando se han presentado las detenciones, la Policía sabe quienes son y lo que han hecho.
“La policía no ha acudido a las comunidades a capturar a la gente porque tiene tatuajes o porque ha habido una llamada anónima. Esa es una mentira que ha sido difundida por la oposición política en El Salvador y que los medios y otra gente en el extranjero han dado por sentada. La verdad es que cuando la policía acude a capturar a una persona en una comunidad es porque tiene el perfil”.
Grant le insistió a Ulloa y le preguntó si reconocía que muchas personas fueron detenidas siendo inocentes, a lo que Ulloa respondió que muchas ya habían sido liberadas.
¿Qué le diría como representante del gobierno a aquellos que pasaron meses en prisión, en condiciones horrendas, y que no estaban de hecho vinculados a la criminalidad de las pandillas? ¿Hay alguna compensación o es simplemente un ‘lo sentimos’?
“Bueno, es algo que heredamos. El sistema judicial de El Salvador funciona de esa manera. Ha habido quienes han pasado más años en la cárcel que la pena a la que serían condenados de ser hallados culpables. Esa es la historia de nuestro sistema legal”. Respondió el funcionario salvadoreño.
El mismo presidente Nayib Bukele ha defendido el estado de excepción que se ha extendido por un año, aseverando que la ciudadanía lo apoya, y más con la reducción de los homicidios que, según fuentes oficiales, han rebajado en un 300 por ciento.
Sin embargo, la creación de una megacárcel para internar a los pandilleros ha generado rechazo en torno a las condiciones a las que han sido sometidos los pandilleros. Hasta el presidente colombiano, Gustavo Petro, tuvo una serie de desaveniencias en Twitter con su homólogo Bukele por el tema de esta prisión de máxima seguridad y cómo son tratados los reclusos.