Tal como se preveía, la oposición de Venezuela ha anunciado este martes que se presentará a las elecciones regionales del próximo 21 de noviembre en el país. “Anunciamos a la comunidad nacional e internacional nuestra participación en el proceso de regionales y municipales del 21 de noviembre de 2021, con la tarjeta de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD)”, señala un comunicado suscrito por los principales partidos opositores.
Con esto, la oposición da por finalizada la estrategia de boicot que ha aplicado contra las elecciones organizadas en Venezuela bajo el gobierno de Nicolás Maduro. La decisión ha sido informada por el G4, una unión creada e integrada por los partidos Primero Justicia, Acción Democrática, Un Nuevo Tiempo y Voluntad Popular.
De hecho, los dirigentes nacionales de dichos partidos ya habían dado muestras en los últimos días de estar en campaña. Tomás Guanipa, secretario general de Primero Justicia, está recorriendo las calles de Caracas desde el pasado 28 de agosto con camisas amarillas y símbolos de su partido, así lo muestran sus redes sociales.
“Encontrarme nuevamente con la gente (...) fue algo extraordinario, los caraqueños no se rinden, quieren salir adelante y junto a ellos vamos a luchar con mucha fuerza hasta lograr el cambio y la libertad”, escribió en Twitter Guanipa. En la misma tónica se muestra Stalin González, dirigente nacional de Un Nuevo Tiempo.
“La gente está cansada de tantas excusas, exige soluciones reales, pero sabe que esto se torna cuesta arriba sino propiciamos un cambio político. Por eso nuestra lucha por la recuperación de la democracia y las instituciones, que son de todos, es vital”, escribió también a través de Twitter. La decisión marca un giro radical.
Significa abandonar una estrategia que ha sido criticada por otros sectores de la oposición que no se sienten identificados con ella hace mucho tiempo. Américo De Grazia, por ejemplo, está haciendo campaña a la gobernación de Bolívar desde abril pasado, cuando anunció su candidatura por el partido Ecológico.
“Lamento mucho la incertidumbre que tienen algunos miembros de la dirección política de la oposición que todavía andan desojando la margarita de si participan o no. Más allá de las condiciones o no, hay que participar y crear las condiciones en el camino, al calor de la lucha y de la gente” señala el candidato, “no podemos seguir inventando el agua tibia ni invocando o convocando a seguir mantras que no tienen tren de aterrizaje”.
Participar o no ha sido una de las decisiones que ha dividido con mayor dureza a la oposición en Venezuela. Guaidó es el máximo representante de una postura que exigía hasta ahora que la oposición solo debería presentarse a unas elecciones en las que los venezolanos pudieran cambiar todos los estamentos públicos, incluidos la presidencia.
Eso a pesar de que el período actual de Nicolás Maduro termina en 2024. “Esa es una petición que Maduro no va aceptar”, señala Alejandro Cardozo, PhD en Historia y politólogo venezolano, docente de la Universidad Sergio Arboleda, “no está apurado, no está en problemas. Maduro va cómodo a las elecciones de noviembre”.
Y sin embargo, para Cardozo la solución sigue siendo el voto. “Yo sigo creyendo que la salida es el voto. El voto no es para que Maduro pierda, el voto es y era, como cuando se lanzó Henri Falcón a la presidencia (2018), para generar la mayor protesta mundial: evidenciar el fraude, la forma mas contundente de manifestación contra el régimen”.
La noticia se conoce cuando se cumplen dos semanas de las negociaciones en México entre el oficialismo y la oposición. En ellas los opositores han buscando garantías para presentarse a los comicios (el gobierno de Maduro no se ha pronunciado aún sobre la reciente decisión), mientras el establecimiento busca el fin de las sanciones.