Aunque los niños son generalmente los protagonistas de los procesos de vacunación en todo el mundo, en el caso de la lucha contra el coronavirus tuvieron que ubicarse al final de la fila.
La mayoría de gobiernos tuvo que optar por priorizar a los grupos que estaban más expuestos a contagiarse (por ejemplo, el personal sanitario, los miembros de la Fuerza Pública y los profesores) y a presentar síntomas graves de covid-19 e incluso morir (personas que tienen otras enfermedades de base y adultos mayores).
Pero el turno para los menores de edad ya llegó en algunos países del mundo. El pasado 10 de mayo, la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por su sigla en inglés) de Estados Unidos comunicó que autorizaba el uso de emergencia de la vacuna de Pfizer y BioNTech en adolescentes de 12 años en adelante. Antes solo podían recibirla los mayores de 16 años.
“La acción de hoy permite proteger a una población más joven contra la covid-19, lo que nos acerca a la normalidad y al fin de la pandemia”, dijo en un comunicado Janet Woodcock, la directora del Centro de Evaluación e Investigación de Medicamentos de la FDA. Y añadió que esa entidad había hecho una revisión “rigurosa y exhaustiva” de los datos disponibles antes de expedir la autorización.
Estados Unidos siguió los pasos de países como Canadá, que hizo un anuncio similar a principios de mayo. La directora médica del Ministerio de Sanidad de ese país, Supriya Sharma señaló que esta decisión iba a ayudar “a controlar la difusión de la enfermedad a sus familias y amigos”.
En cambio, y por lo pronto, en Colombia los menores de 16 años aún no están en ninguna de las cinco etapas del Plan Nacional de Vacunación, que está planteado para que el país alcance la inmunidad de rebaño con los grupos priorizados (la meta del Ministerio de Salud es alcanzar una cobertura del 70 % de la población). Sin embargo, por medio de un comunicado del pasado 2 de junio, esa entidad señaló que “ha dejado la ventana abierta para que en la medida que surja nueva evidencia, sean incluidas mujeres embarazadas y adolescentes de 12 a 15 años”.
Aunque los niños y adolescentes no son los más vulnerables frente al covid-19, algunos expertos han señalado que es importante vacunarlos. Carlos Trillos, epidemiólogo y profesor de la Universidad del Rosario, señaló que en este grupo de edad puede haber algunos pacientes con comorbilidades que pueden hacerlos susceptibles a presentar complicaciones. Lamentablemente ellos también han sido víctimas mortales de la pandemia. Según datos revelados en el último informe de mortalidad por covid-19 del Dane, entre el 2 de marzo de 2020 y el 9 de mayo de 2021 fallecieron 136 niños menores de cinco años, 26 entre los cinco y los nueve años, 33 entre los 10 y los 14 años, y 100 jóvenes entre los 15 y los 19 años.
Nathalia González Jaramillo, médica epidemióloga y doctoranda en la Universidad de Berna (Suiza), aseguró que los menores “han estado expuestos a una carga emocional, psicológica y social muy alta debido al aislamiento al cual han sido sometidos. Vacunar a los niños implica darles una protección personal que abarca su salud física y mental al fortalecer la seguridad que los adultos requieren para poderlos integrar nuevamente a la vida social”. Y explicó que la vacunación en docentes (que en Colombia inició formalmente la semana pasada) puede ser un primer paso para que los menores retomen sus actividades. “Pero el hecho de que la vacuna sea altamente segura y eficaz en ellos (los niños) debe ser una razón suficiente para proceder con su vacunación”, puntualizó.
De otro lado, Trillos dijo que hay una afección conocida como el síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico, que está asociado a la covid-19, se ha presentado en algunos niños y da motivos para protegerlos. Se trata de una inflamación de los vasos sanguíneos y de órganos como el corazón, los pulmones, el cerebro y los riñones.
Sin embargo, no es un padecimiento frecuente. Datos compartidos en enero por el Instituto Nacional de Salud (INS) de Colombia muestran que en países como Estados Unidos se diagnosticaron 1.659 casos en 2020. Y en el resto del continente la cifra fue más baja. Chile reportó 155 casos, República Dominicana 102 y Argentina 65. En Colombia, hasta enero de 2021, solo hubo 3 casos.
Trillos subrayó que vacunar a esta población también puede ayudar a acelerar la llegada a la inmunidad colectiva, pues, en teoría, se podría alcanzar con el 70 % de la población total vacunada, de acuerdo con la meta del Ministerio de Salud de Colombia.