Ucrania: vivir con miedo a una guerra contra Rusia

Los jóvenes se preparan para un llamado de las Fuerzas Armadas y desde noviembre solo escuchan el mismo relato: que el Kremlin podría invadir.

El Ejército de Ucrania se prepara para defenderse de un ataque y Rusia tiene parte de sus tropas en la frontera. FOTO Getty

Las noticias solo hablan de lo mismo: Rusia podría invadir a Ucrania. Otras mencionan que España, EE. UU. y la OTAN ya están enviando arsenal para ayudar –por si algo pasa, por si un tanque ruso comienza a disparar en la frontera–, y desde la mañana del lunes aparecieron los informes más preocupantes: Australia, Canadá, EE. UU y Reino Unido evacuaron parte de su personal diplomático, el no esencial, y a sus familias.

Esta joven con ojos color amanecer, nariz respingada y una tes blanca que recuerda el color a nieve que por estos días cae en las frontera de Ucrania habla desde su casa a 20 minutos de Kiev, la capital.

Se dedica a enseñar inglés, da respuestas cortas y prefiere no dar su nombre. Tiene miedo, y su familia también; hay temor en el ambiente de que otra vez Rusia intente llevarse una parte de su país –como sucedió en 2014 con la península Crimea– un recelo peor que el de aquel entonces.

Internet lo transmite, los periódicos lo confirman y esos militares que vio en el tren de regreso a casa lo demuestran: Ucrania se acuartela esperando lo peor de su vecino, el exhermano soviético que no quiere que se una a la OTAN y la Unión Europea.

Ella intenta seguir con su vida, ir al trabajo y dar sus clases, pero recuerda que cuando imaginó que tal vez algún día dejaría su tierra, sería por cualquier motivo menos una guerra. El gobierno de Volodímir Zelenski dice que todo está bien: que hay ayuda de EE. UU. y apoyo de otros países. Estar bien por estos días en Ucrania es sinónimo de tener arsenal y soldados.

“Las noticias comenzaron en noviembre. Todo el tiempo escuchas que algo puede pasar, pero nada sucede. Nunca había sentido una tensión de este tipo. En 2014 todo fue de repente, no se comentaba, ellos simplemente atacaron”.

Lleva casi tres meses escuchando que algo muy malo está por ocurrir, pero nada pasa. Como el cuento de García Márquez Algo muy grave va a suceder en este pueblo, en este de 44 millones de habitantes, tres décadas de independencia y temperaturas bajo cero nada se concreta.

El futuro de su país depende de la volatilidad de Vladimir Putin en el Kremlin, Joe Biden en la Casa Blanca, Zelenski en Kiev y el talante de de la OTAN y la Unión Europea. Desde las casas presidenciales se negocia la ingenua petición de Rusia de que la OTAN no se expanda más y la tácita ambición de esta de sumar aliados en las fronteras de ese país.

Los años de tensiones despertaron en los ucranianos un sentimiento nacional por defender lo suyo, de ahí que algunos medios reseñen cómo los jóvenes paralizaron sus vidas por si deben ir al Ejército.

Ella no está enlistada, pero sí quiere que su país se una a la OTAN y la Unión Europea “para estar con el resto del mundo del progreso”. No vivió en la Unión Soviética, pero su abuela sí, y le contó que en ese entonces las oportunidades escaseaban y los dictadores gobernaban.

Es un día más en el Kiev de las tensiones, el enclave geopolítico de occidente, amanece y un portal reseña que otro líder europeo, Josep Borrell , aseguró que “Ucrania está en peligro”, y que el presidente dijo que “no todo es fácil, pero no hay esperanza”.

Y esa es la ilusión que quiere mantener a pesar del miedo: que haya paz, que Ucrania recupere a la península de Crimea y Rusia no vuelva a anexionarse otro pedacito de su tierra.

8.500

soldados fueron puestos a disposición de la Casa Blanca para Ucrania.