El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, habló por teléfono la semana pasada con Nicolás Maduro en una conversación que, según el diario norteamericano The New York Times, se dio a finales de noviembre. Este presunto diálogo tuvo como eje las condiciones, tiempos y garantías que le daría Trump a Maduro, si se llega a dar una salida de este del país. Esta no es la primera vez que se menciona una “renuncia” del dirigente oficialista, sin embargo, el contexto geopolítico de hoy sí es otro.
Según el medio, Donald Trump y Nicolás Maduro “hablaron sobre una posible reunión” en Estados Unidos durante una llamada telefónica en la que también participó el secretario de Estado, Marco Rubio.
La Casa Blanca no ofreció comentarios y el gobierno venezolano tampoco ha dado señales sobre este diálogo. Justamente, esta conversación habría tenido lugar días antes de que entrara en vigor la designación de Maduro como líder del Cartel de los Soles, catalogado por Washington como organización terrorista extranjera.
Este episodio se desarrolla en medio de una estrategia de presión constante por parte de Washington. Luego de que Estados Unidos ha movilizado portaaviones y bombarderos hacia aguas cercanas a Venezuela, se ha incrementado la tensión, que ya no solo es política. Ahora, EE. UU. pasó directamente a la ofensiva militar bajo el lema del control del narcotráfico en la región.
Durante esta negociación, supuestamente Maduro planteó su salida del país bajo exigencias como amnistía total para su familia, fin de las sanciones económicas y el retiro de controles internacionales de cerca de 100 funcionarios del régimen, pero la Casa Blanca rechazó su propuesta.
¿Es posible una negociación pactada con Maduro?
Para Ronal Rodríguez, investigador y vocero del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, “siempre hay posibilidad de una negociación”. Sin embargo, advierte que las conversaciones con Caracas suelen estancarse debido a que “las negociaciones no son fáciles con el régimen venezolano dada su historia de instrumentalización de los procesos de negociación”.
Además, según explicó, durante más de dos décadas “la revolución bolivariana ha sabido utilizar e instrumentalizar las negociaciones para permanecer en el ejercicio del poder”.
Rodríguez mencionó que la última gran ronda de conversaciones se extendió por más de tres años y tuvo costos significativos para Washington. “Los Estados Unidos liberó a los sobrinos de Silvia Flores, quienes habían sido condenados por narcotráfico, liberaron a Alex Saab, el colombiano-venezolano, quien era una ficha clave en el funcionamiento del sistema financiero oculto del régimen”, afirmó el experto.
Es por ello, que la Casa Blanca apostó abiertamente por una transición electoral negociada. “Lo que hizo Estados Unidos para apalancar la negociación fue dar una muestra evidente de buscar una salida negociada a través de una elección que permitiera la transición pacífica en Venezuela”. Sin embargo, esto no sucedió. Y “el régimen se burló de eso, se rio de eso y de hecho arrancó uno de los periodos de mayor represión en la historia de Venezuela”, dijo Rodríguez.
Además, recordó que esta dificultad en el diálogo con el régimen venezolano no ha sido exclusiva de Washington. “No es Estados Unidos el único actor que ha tratado de negociar”, explicó. En su momento, hubo intervenciones del papa Francisco, del presidente Lula da Silva y del expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero -que luego se terminó convirtiendo en un beneficiario de las dinámicas del régimen venezolano-. Pese a los esfuerzos, “la Revolución Bolivariana instrumentaliza la negociación”, enfatizó el investigador.
El factor Trump
Ante el actual panorama, uno de los elementos centrales del momento es el clima político en Estados Unidos. El analista expresó que el tono adoptado por Trump “llama la atención porque la mayoría de los norteamericanos no están a favor de una intervención militar directa” en Venezuela.
“Una encuesta de Ipsos y Reuters mostraba que solamente el 21 % de los norteamericanos están de acuerdo en que Estados Unidos participe de forma activa en una transición política en Venezuela”, expresó Rodríguez. Además, afirmó que el costo político sería especialmente alto para la base de seguidores del presidente Donald Trump.
En este contexto, el analista dijo que ambas partes se encuentran en un punto crítico. “Estamos en un juego de suma cero donde o el régimen se rinde o Estados Unidos actúa”, afirmó. Sin embargo, estima que Maduro cree que, por motivos electorales internos, Washington no tomará acciones militares.
Pese al panorama adverso, el experto insistió en que el diálogo no está descartado: “Siempre es posible la negociación”. Según concluyó, Estados Unidos estaría aplicando presión para “mejorar la posición de negociación y que el régimen venezolano negocie su salida; su rendición y no tener que llevar a cabo una intervención”.
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