En medio de una crisis económica que afecta a millones de británicos, la coronación del rey Carlos III en mayo de 2023 no solo fue un evento histórico, sino también un tema de debate por denuncias en su elevado costo.
Según cifras oficiales, la ceremonia y los eventos relacionados costaron al menos 72 millones de libras (más de 300.000 millones de pesos colombianos) pero activistas antimonárquicos aseguran que el gasto pudo haber sido mucho mayor.
Los números revelados por la casa real indican que la seguridad de la coronación costó 21,7 millones de libras, mientras que el Departamento de Cultura, Medios de Comunicación y Deportes (DCMS) sumó otros 50,3 millones de libras en gastos.
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El evento, que incluyó una majestuosa ceremonia en la Abadía de Westminster y un concierto en el Castillo de Windsor al día siguiente, fue calificado por el Gobierno británico como un “momento único en una generación” y fue justificado como un hecho que hace parte de la identidad nacional.
Sin embargo, no todos lo ven con tanto entusiasmo. Para Graham Smith, director ejecutivo de Republic, organización que aboga por reemplazar la monarquía por un jefe de Estado electo, la coronación fue un gasto excesivo e innecesario. “Incluso si fueran solo 72 millones de libras, sigue siendo una cantidad obscena”, dijo Smith al diario The Guardian.
Smith señaló que el costo real podría estar entre 100 y 250 millones de libras, al incluir otros gastos de instituciones como el Ministerio de Defensa, Transport for London y los cuerpos locales de bomberos. “Fue un desfile para una sola persona, completamente innecesario, especialmente en un momento en que el país enfrenta pobreza infantil y recortes en servicios esenciales”, añadió.
Además, Smith criticó el hecho de que Carlos III evitó pagar el impuesto a la herencia gracias a un acuerdo establecido en 1993 por el entonces primer ministro John Major, que exime a los monarcas del 40% de impuestos sobre activos superiores a 325.000 libras.
“Cuando hay niños que no pueden pagar los almuerzos escolares, gastar más de 70 millones de libras en este desfile es absurdo. Fue una extravagancia que no tenía razón de ser”, concluyó.
Aunque el evento fue visto por 20 millones de británicos en televisión, la cifra quedó muy por debajo de los 29 millones que siguieron el funeral de la reina Isabel II en 2022. Esto ha generado preguntas sobre si el interés del pueblo inglés justifica un gasto tan alto en medio de tiempos difíciles para muchos.
La coronación ha puesto nuevamente bajo la lupa el papel de la monarquía en la vida británica. Para los defensores de la institución, este tipo de eventos son una inversión que genera ingresos al atraer turistas y poner al Reino Unido en el centro de la atención mundial.
Por otro lado, los críticos, como Republic, insisten en que la monarquía es una carga económica innecesaria. Según la organización, mantener a la familia real cuesta alrededor de 500 millones de libras anuales, incluyendo gastos en seguridad, ceremonias y mantenimiento de las propiedades reales.
A pesar de las críticas, la familia real sigue siendo un símbolo central para millones de británicos. Sin embargo, eventos como este muestran las divisiones en torno a su relevancia y su costo.
Para Graham Smith, el debate no termina con la coronación. “Es hora de que empecemos a cuestionar seriamente si queremos seguir financiando a una institución que no rinde cuentas y que vive a expensas de los contribuyentes”, afirmó.
