Con enormes camiones o barricadas donde los vecinos pasan la noche e incluso bailan, la autopista Panamericana en Panamá permanecía bloqueada este viernes. Los ciudadanos salieron a las calles a causa del alza en los precios del combustible, alimentos y medicamentos, además de la molestia por corrupción.
La inflación interanual se ubicó en 4,2% y la tasa de desempleo se acercó al 10%, el precio del combustible sufrió un incremento del 47% desde inicio de año, con un valor actual de 5,17 dólares el galón de gasolina.
Para calmar los ánimos, el presidente Laurentino Cortizo anunció su decisión de reducir a partir de hoy a 3,95 el galón de gasolina y el congelamiento del precio de algunos alimentos, pero los sindicatos consideran insuficientes estas medidas, pues manifestaron que su deseo es que el precio del galón sea 3 dólares.
Cortizo también instaló el jueves una mesa de diálogo con la mediación de la iglesia católica, aunque los principales impulsores de las protestas no acudieron. “No tengo duda de que con el diálogo sincero, sin dobles agendas, podemos seguir avanzado”, aseguro el mandatario.
Pidió también acabar con el cierre de vías. “Las protestas son parte de la democracia, pero es ilógico y el sentido común nos tiene que decir que no nos podemos estar perjudicando entre nosotros mismos”, afirmó.
Entre las vías bloqueadas además de estar la Panamericana, al oeste de la ciudad de Panamá vecinos se sumaron a las manifestaciones y realizan cortes en la vía Interamericana, principal conexión del país con Centroamérica.
Cada tres horas, las vías se abren por 10 minutos para aligerar la espera. Los autos de bomberos y ambulancias tienen pase libre.
“¿Por qué cerramos las calles? Porque es la única manera de hacernos sentir, la única manera de que nuestro presidente observe el clamor de un pueblo que ya está cansado”, comenta la profesora Marta Pinilla, de 39 años.
Según información oficial, ya hay mercancías que hacen faltan en el principal centro de abastos. “Hemos recibido reportes de supermercados que ya tienen desabastecimiento de productos frescos y lo que nos comentan es que de seguir el cierre la próxima semana podríamos, incluso, llegar a tener desabastecimiento de carne”, señaló a TVN Radio Marcela Galindo, presidenta de la Cámara de Comercio e Industrias de Panamá.
El país experimenta así una de las mayores crisis sociales desde que en 1989 cayó la dictadura militar del general Manuel Antonio Noriega tras la invasión estadounidense.
A pesar de la economía dolarizada y los altos índices de crecimiento económico e ingresos por más de 2.000 millones de dólares anuales por el Canal, la nación presenta uno de los mayores índices de desigualdad del mundo, de los más de 4 millones de habitantes, aproximadamente el 20% de la población vive en condiciones de pobreza.
Por el momento las protestas continuarán, “ni la lluvia nos para” han dicho algunos manifestantes que recalcan que también protestan por el despilfarro de las autoridades en medio de la crisis.