El Gobierno de Francia moderó su postura este miércoles sobre el arresto de Roman Polanski por tener sexo con una adolescente de 13 años, calificándolo como un caso serio luego de haber defendido inmediatamente al cineasta.
Francia y Polonia, países donde el director de cine de 76 años y ganador de un Oscar creció, dijo en un principio que el arresto del cineasta en Suiza fue injusto e indicó que apelaría ante Estados Unidos.
Sin embargo, luego de que numerosos políticos manifestaran su inquietud en torno al caso, que comenzó en 1977, Francia adoptó una posición más moderada y señaló que Polanski no está "ni por encima ni por debajo de la ley".
"Un procedimiento judicial está en curso sobre un caso serio, la violación de una menor, y los sistemas judiciales de Estados Unidos y Suiza están haciendo su trabajo", dijo a periodistas el portavoz del Gobierno francés, Luc Chatel, tras una reunión de gabinete.
"Sin embargo, existe un grado de emoción, y podemos comprender la emoción que provoca su arresto tardío, más de 30 años después de los eventos, y el método de arresto", agregó.
Las reacciones
Polanski, que posee la doble nacionalidad francesa y polaca, fue arrestado por petición de Estados Unidos cuando el director viajó el sábado a Suiza para recibir un premio a su trayectoria en el Festival de Cine de Zurich.
Personalidades del ambiente político y artístico de Francia defendieron a Polanski tras su arresto. El ministro de Cultura Frederic Mitterrand señaló que estaba "sorprendido" con la detención, acusando a Estados Unidos de revelar un costado "aterrador" a través de la búsqueda de su extradición.
Sin embargo, estos comentarios provocaron reacciones muy negativas cuando autoridades de todo el espectro político acusaron al Gobierno de elitismo y de haber actuado apresuradamente.
"Cargos por la violación de una niña de 13 años, eso no es algo insignificante", dijo el legislador del partido UMP Marc Laffineur.
Polonia también suavizó el tono, con el primer ministro Donald Tusk pidiendo moderación.