Primero la compinchería, luego la pelea. Óscar Sevilla y Álex Cano hicieron un pacto tácito para después hacerse trizas. Y la victoria fue para el español.
Ayer, la tercera etapa del Clásico RCN-Claro vivió la verdadera montaña, y mostró a dos reales corredores. Sevilla (Formesan-Bogotá Humana), líder tras el prólogo y máximo favorito al título, armó todo un entramado que solo pudo superar el yarumaleño Cano (Aguardiente Antioqueño), con el que llegó en pareja a Santa Rosa de Osos, luego de casi seis horas, 211 kilómetros y tres premios de montaña desde Caucasia.
A la mente de Óscar vino la Vuelta a Antioquia-2011, con los colores del Orgullo Paisa, pero con Sergio Luis Henao como compañero. “Hicimos lo mismo que el año pasado, que atacamos con Sergio Luis en el mismo lado, probé y encontré un gran aliado en Cano, nos hemos entendido bien y hemos logrado grandes resultados”, explicó el hijo de Ossa de Montiel, en España, quien demostró que las apuestas a su favor tienen en qué soportarse.
La excursión tuvo de todo, antes de vivir el duelo de escaladores. Desde los 33 grados en Puerto Valdivia hasta la neblina en Ventanas, pasando por el accidente de Mauricio Pérez con una moto de prensa, el retiro del único francés Boris Carene, un par de fugas que terminó cuando la carretera se puso inclinada.
La yunta se hizo tras el alto fuera de categoría de Ventanas, que tuvo coronación para Wálter Pedraza , junto a Rafael Montiel y Diego Calderón . Ahí, en el primer descanso y casi como acto reflejo, volvió el recuerdo de lo hecho con Sergio Luis en 2011, y así fue que Sevilla y Cano abrieron la carrera, seguidos por Pedraza, y dejando cada vez más lejos al líder Félix Cárdenas (GW Shimano) y a otros candidatos al título general como Mauricio Ardila y Rafael Infantino.
Con casi 60 kilómetros de travesía por esas subidas y bajadas que llaman columpios, con los ascensos de Mina Vieja y Promoventas como testigos, la carrera se convirtió de dos tras el apagón del ternado Pedraza a cincuenta kilómetros de la bandera a cuadros.
Dueto del show
La pareja, impulsada por un Sevilla que peleaba con los cambios de su bicicleta, pero que era impulsado por un Cano que corría por el patio de su casa, pasó por el último puerto en llave, llegó a los Llanos de Cuivá y se acercó a tierras santarrosanas con una marcación digna de la pista. Pero con un esfuerzo propio de los grandes escaladores.
Al final, y con un repecho como juez, el ibérico logró sacarle cuatro segundo a Cano. Ellos se quedaron con el 1-2 de la etapa y la general, dejando lejos al Gato Cárdenas, Mauricio Ardila y los demás rivales en una pelea, que hoy parece de dos.
“Lo que viene demostrará que esta es una carrera para hombres de gran fondo. Fue una etapa dura, pero el que gane será en que mejor esté en todas las fracciones. La de Pereira (sale en Itagüí) va a ser igual de difícil, no tan dura en recorrido, pero las piernas van a pedir”, explicó Cano, uno de los cuatro paisas entre los diez primeros de la general. Por ahora, el descanso, porque para el mismo Sevilla: “esta fue una etapa terrorífica”.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6
