x

Pico y Placa Medellín

viernes

0 y 6 

0 y 6

Pico y Placa Medellín

jueves

1 y 7 

1 y 7

Pico y Placa Medellín

miercoles

5 y 9 

5 y 9

Pico y Placa Medellín

martes

2 y 8  

2 y 8

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

3 y 4  

3 y 4

SALVAR LA ECONOMÍA DE LOS ECONOMISTAS

  • SALVAR LA ECONOMÍA DE LOS ECONOMISTAS |
    SALVAR LA ECONOMÍA DE LOS ECONOMISTAS |
11 de diciembre de 2012
bookmark

La economía, como es presentada actualmente en libros de referencia y enseñada en el salón de clase, no tiene mucho que ver con la administración de negocios, y aun menos con el espíritu emprendedor. El grado hasta el cual la economía es aislada del negocio ordinario de la vida es extraordinario y desafortunado. Este no era el caso en el pasado. Cuando nació la economía moderna, Adam Smith la imaginó como un estudio de la "naturaleza y las causas de la riqueza de las naciones". Su obra principal, "La riqueza de las naciones", fue leída ampliamente por ejecutivos, aunque Smith los menospreció abiertamente por su avaricia, falta de visión y otros defectos. El libro también inició y sirvió de guía para debates entre políticos acerca de intercambio y otras políticas económicas.

La comunidad académica en esos días era pequeña y los economistas debían tratar de llegarle a un público amplio. Aun con el cambio de siglo, Alfred Marshall logró que la economía permaneciera como tanto un "estudio de la riqueza como una rama del estudio sobre el hombre". La economía permaneció como algo relevante para los industrialistas.

En el siglo XX, la economía se consolidó como una profesión; los economistas podían darse el lujo de escribir exclusivamente el uno para el otro. Al mismo tiempo, el campo vivió un cambio de paradigma, identificándose gradualmente como una aproximación teórica de economización y dejando a un lado la economía del mundo real como su tema de estudio. Hoy, la producción es marginalizada en la economía y la pregunta paradigmática es más bien una estática en cuanto a asignación de recursos. Las herramientas utilizadas por los economistas para analizar compañías son demasiado abstractas y especulativas como para ofrecer ningún tipo de guía a emprendedores y administradores en su lucha constante por traer a los consumidores productos novedosos a bajos costos.

Esta separación de la economía y la economía real ha causado un daño significativo, tanto a la comunidad empresarial como a la disciplina académica. Como la economía ofrece poco en términos prácticos, gerentes y emprendedores dependen de su propia visión de negocios, juicio personal y reglas generales en la toma de decisiones. En tiempos de crisis, cuando los líderes de negocios pierden su autoconfianza, con frecuencia miran hacia el poder político para llenar el vacío. Cada vez más, el Gobierno es visto como la mejor solución para los problemas econó micos difíciles, desde la innovación hasta el empleo.

La economía, por lo tanto, se convierte en un instrumento conveniente que el Estado usa para manejar la economía, en lugar de una herramienta a la cual el público recurre para iluminarse en cuanto a cómo opera la economía. Pero porque ya no está enraizada firmemente en la investigación sistemática y empírica del funcionamiento de la economía, ya no da la talla para la tarea.

Durante la mayor parte de la historia humana, hogares y tribus vivían en gran parte de su economía de subsistencia; sus lazos entre sí mismos y el mundo exterior eran endebles e intermitentes. Esto cambió por completo con el crecimiento de la sociedad comercial. Hoy, una economía moderna de mercados con sus cada vez más pequeñas divisiones del trabajo depende de una red de intercambios que se expande constantemente. Requiere de una red intrincada de instituciones sociales para coordinar el funcionamiento de mercados y compañías a lo largo de varias fronteras. En un tiempo en el cual la economía moderna se está enfocando cada vez más hacia las instituciones, reducir la economía a la teoría de precios es problemática suficiente. Es un suicidio para el campo deslizarse hacia una ciencia dura, ignorando las influencias de la sociedad, la historia, la cultura y la política sobre el funcionamiento de la economía.

Es hora de reintegrar al gravemente empobrecido campo de la economía con la economía. Economías de mercados que están surgiendo en China, India, África y otros lugares anuncian una nueva era de emprendimiento y con ella oportunidades sin precedentes para que los economistas estudien cómo la economía de mercado gana su resistencia en sociedades con diversidad cultural, institucional y organizacional. Pero el conocimiento vendrá sólo si la economía puede volver a orientarse hacia el estudio del hombre tal como es y el sistema económico tal como existe actualmente.

¿Buscando trabajo?
Crea y registra tu hoja de vida.

Te puede interesar

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD