Los papás de Shaira notaron que su hija tenía dotes para la música desde que tenía cinco años. Para ellos era difícil entenderlo porque nadie de su familia había demostrado esa pasión por este lado del arte. "Pero cuando la niña empezó a estudiar, -dice Édgar, padre de la ganadora del Factor Xs- una profe nos dijo que había que ponerla a cantar y eso hicimos".
Clases de música y el apoyo incondicional de sus seres queridos, le dieron la confianza a esta santandereana, de 8 años, para presentarse en la tercera edición del Factor Xs en Colombia, en cuyas dos anteriores ediciones resultaron ganadores Andrés Hurtado (2006) y Camilo Echeverri (2007).
Fuerte desde el principio
Apenas en el comienzo de la competencia, esta chiquita ya era reconocida por los dos huecos que dejó la caída de sus dientes delanteros, una voz imponente y afinada y una fuerte presencia escénica que dejaba a muchos con la boca abierta, incluyendo a su padre, Édgar, quien dice que se siente orgulloso de tener cerca a la artista más pequeña del país, que es reconocida nacional e internacionalmente. "Porque hemos recibido muchas llamadas del exterior", apunta él, emocionado.
Mientras tanto, Shaira, está feliz, se goza todos los momentos de esa rápida fama que llegó cuando ganó el concurso y de la gente que, en la calle, la para y le piden autógrafos y tomarse fotos.
"Estaba muy contenta, mis papás también se sentían muy felices", apunta esta chiquita quien además dice que cuando sea grande quiere, por encima de cualquier cosa, comprarle una casa a sus papás.
La experta opina
Diana Botero, psicóloga infantil, afirma que la fama puede afectar a la mayoría de los niños. "Ellos no están preparados para afrontar lo que viene alrededor de esta: que los reconozcan en la calle, que les den regalos y premios. A veces terminan creyéndose superhéroes y olvidan sus verdaderas obligaciones".
La experta dice que los padres de estos niños son quienes deben guiarlos y ser un polo a tierra.
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