A los 90 años de edad murió en Barranquilla el investigador cordobés Benjamín Puche Villadiego, el mismo que descubrió la fórmula matemática de la trenza del sombrero vueltiao y que hizo de la identidad Zenú una verdadera historia.
Había nacido en Montería el 15 de mayo de 1923 en una casa ubicada en la calle 30 con carrera séptima, en la misma donde hace 20 años colocaron una sencilla placa que decía “Aquí nación Benjamín Puchje Villadiego”. Sin embargo, seis meses después la arrancaron.
Estudió ingeniería en la Universidad de Antioquia pero su pasión lo llevó a combinar las letras y fórmulas matemáticas con la cultura cordobesa que lo llevaron finalmente a diseñar una fórmula matemática para descifrar las trenzas y el diseño geométrico del sombrero vueltiao, la antología de un refranero sinuano y caribeño, rescate de coplas, estructuración de un abecé de la cultura y el medio ambiente como fuentes pedagógicas, la hicotea como tótem del cultivo del maíz, La velocidad de locomoción y el potencial cultural en las comunidades humanas, y muchas otras investigaciones aportativas a la cultura del Caribe y de Colombia.
Benjamín Puche en sin duda alguna uno de los cordobeses más importantes por sus investigaciones sobre la cultura sinuana, especialmente en lo que atañe a lo que son, de dónde vienen y hacia dónde deben ir como sinuanos.
El también extinto escritor David Sánchez Juliao en su fábula “Bocachico Puche”, inspirada en él, lo describe como el hombre que sistematizó y concibió mil y mil cosas más para beneficio de la especie.
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