Para muchos conductores y peatones las señales utilizadas para efectuar los cerramientos de obras en las vías se convierten en un arma de doble filo.
Aunque por un lado manifiestan que estas resultan útiles para evitar que se presenten cierto tipo de percances también piensan que generan otros, incluso tan graves, que pueden provocar la muerte.
"Muchas veces las mallas de protección están demasiado pegadas a la vía y uno no alcanza a ver bien en el momento que tenga que hacer una maniobra de urgencia", comenta Luis Germán López, quien acepta, sin embargo, que estos elementos son necesarios mientras se realizan intervenciones en las calzadas.
Para Alex Cardona, el peligro radica en la falta de señalización (tipo avisos), que es escasa en algunos de los puntos donde ponen las mallas, cintas, zaranes (telas verdes) o balizas (conos naranjas).
A diferencia de ellos, Víctor Alzate, no considera que representen ningún riesgo porque "no distraen al conductor y lo que hacen es tapar una obra alertando sobre el peligro".
Lo que parece un hecho, es que accidentes como el reportado hace poco más de un mes, cuando un motociclista murió en la variante de Caldas al enredarse su vehículo en una malla, dan cuenta de una realidad que vale la pena considerar.
Prudencia es fundamental
El ingeniero de la Secretaría de Obras Públicas, Juan Fernando Flórez, destacó que la importancia de que se hagan cerramientos en la vía radica en que estos contribuyen a alertar a las personas sobre los trabajos que se realizan.
"Buscamos que la gente no ingrese a la obra y que ni los peatones ni los vehículos resulten afectados por cualquier residuo que puede salir disparado al momento de hacer un excavación", comentó el funcionario.
Así, por ejemplo, son las mallas las encargadas de retener los materiales que puedan caer sobre la carretera, impidiendo que la misma se ensucie.
Frente a la posibilidad de que se presenten incidentes por la ausencia de avisos que prevengan sobre el paso restringido, Flórez indicó que, en la mayoría de los casos, la señales que se disponen sobre la vía son lo suficientemente llamativas como para alertar a quienes transitan por la misma.
"Nosotros ponemos objetos muy luminosos y de un color que resalta. Casi que es imposible no darse cuenta de que ahí se está trabajando", agregó el ingeniero.
Resaltó además, que cuando se presenta un contratiempo, casi siempre, se debe a la falta de prudencia de la gente, especialmente, de los motociclistas.
"Hemos tenido muchos inconvenientes porque las motos se meten por la obra. No es que las mallas sean peligrosas, lo que pasa es que hay que transitar con cuidado", puntualizó.
No obstante, el ingeniero de la Secretaría de Obras Públicas fue enfático en resaltar que cualquier tipo de clausura vial que se efectúe en una construcción, debe permanecer siempre en excelentes condiciones, un aspecto por el que debe velar la interventoría de la obra.
También, se debe tener en cuenta, que si los trabajos se extenderán en el largo plazo, deben ser instalados otro tipo de elementos de mayor resistencia como los zaranes, que tienen mayor resistencia.
"Lo que buscamos es generar el mejor impacto y que la gente tenga una visión clara de que hay una obra civil en la calle", concluyó.
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