Andry Rajoelina, autoproclamado al frente de un Ejecutivo de Transición en Madagascar, prometió este miércoles un gobierno de diferentes partidos y la reconciliación dentro de la sociedad malgache, tras haber obtenido el apoyo de los militares y el Tribunal Supremo para gobernar el país.
Ante miles de sus seguidores en la Plaza del 13 de Mayo de Antananarivo, Rajoelina insistió en la necesidad de restablecer la paz social y la reconciliación nacional, como garantías de la democracia.
"Voy a edificar un verdadero Estado democrático", dijo Rajoelina, quien también aludió a la reconciliación dentro de las Fuerzas Armadas, de las que una facción golpista le ha ayudado derrocar al presidente, Marc Ravalomanana, y conseguir el poder.
Rajoelina, aclamado por sus seguidores, hizo un llamamiento a los políticos para que mantengan la "ética" y dijo que "no habrá más partidos únicos en el país", donde piensa gobernar durante dos años con plenos poderes antes de convocar unas elecciones.
Por otro lado, anunció la reapertura de la radio y la televisión estatales, que sus propios partidarios incendiaron, y durante la concentración se supo que el responsable del fuego, Jean Theodore Ranjivason, que estaba en prisión por ese motivo, había sido puesto en libertad, junto con otros seguidores de Rajoelina.
Aprobación del Tribunal
Conocido como TGV, por su imparable ascenso, Rajoelina, un antiguo DJ convertido en político populista, también invitó a los inversores extranjeros a regresar a Madagascar, donde en los últimos meses la situación económica ha sido caótica, sobre todo por los disturbios que él ha promovido.
Entre otras medidas, anunció la venta del avión presidencial, por el que quiere obtener unos 60 millones de dólares para construir hospitales, y la llegada de cargamentos de arroz y aceite, que aseguró que se venderán a precios bajos en un país con casi tres cuartas partes de sus 20 millones de habitantes en la pobreza.
Este miércoles en la mañana, el Tribunal Constitucional de Madagascar aprobó la designación de Rajoelina como "presidente de la Autoridad Suprema de la Transición".
El dictamen aceptaba la renuncia de Ravalomanana y su traspaso del poder a una junta militar encabezada por el vicealmirante Hyppolite Ramaroson y, acto seguido, reconocía como constitucional la decisión de los militares de traspasar el poder a Rajoelina, que anunciaron el martes en un acuartelamiento de los golpistas.
La resolución no hacía alusión a las limitaciones establecidas por la Constitución de Madagascar, que entre otras cosas señala que para acceder a la Jefatura del Estado se han de tener 40 años cumplidos, mientras Rajoelina tiene 34.
Peticiones de unidad
Pese a los reconocimientos locales a Rajoelina, tanto la ONU, como la Unión Africana (UA), la Unión Europea y Estados Unidos han manifestado sus reticencias sobre la situación en Madagascar.
El Consejo de Paz y Seguridad de la UA recalcó este miércoles que la renuncia de Ravalomanana se produjo "bajo la presión de la oposición civil y el Ejército" y reclamó una "una solución pacífica y consensuada de la crisis".
El martes, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió a los líderes políticos malgaches una transición "suave mediante métodos democráticos" y les demandó la búsqueda de soluciones "producto del consenso" y con "amplios apoyos" para mantener la paz.
El Gobierno de E.U. también advirtió el martes que cortará cualquier ayuda al Ejecutivo de Madagascar si resuelve la actual crisis con medidas anticonstitucionales.
El alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior y de Seguridad Común, Javier Solana, también dijo que "el uso de la violencia y el cortocircuito en el proceso constitucional son inaceptables".