Después de haber transcurrido más de quince (15) años de la entrada en vigencia del nuevo sistema de seguridad social integral, dicho sistema continúa sin el fin de cumplir los mandatos constitucionales sobre justicia social y desarrollo económico en el marco del Estado Social de Derecho.
No puede hablarse de justicia social mientras existan negaciones de pensiones, por interpretaciones leguleyas de sus empleados, adjudicación de mesadas pensionales que no compensan siquiera lo cotizado, la corrupción rampante de empleados que manejan el sistema, la infraestructura montada alrededor del sistema que convierte al aspirante a pensionarse y al pensionado mismo en un objetivo económico para el enriquecimiento ilícito.
También gerentes del sistema con miopía administrativa, cuya percepción es la de "esto está cambiando", mientras crecen las demandas en contra del sistema (en contra del ISS más de 70.000 demandas).
Es grande la inconformidad de sus usuarios, las tutelas, las acciones de cumplimiento, las impugnaciones a la asignación de las pensiones porque eso sí, avisan con bombo y platillos la asignación de equis pensiones, pero no muestran estadísticas de estas pensiones, cuántas se impugnan y cuántas van a procesos jurídicos (que es un alto porcentaje de lo que entregan).
Por lo anterior se dice que uno en Colombia se pensiona dos veces, el día que recibe la resolución y la otra cuando hay el fallo jurídico de la reclamación.
Además no se habla de Seguro Social, sino de Seguro Antisocial.
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