Sin ideas y con graves fallas en su zona defensiva, el Deportes Tolima cedió el invicto de cuatro fechas que conservaba en el Torneo Finalización 2012.
Los Pijaos perdieron 2-1 frente a Itagüí y salieron del grupo de los ocho primeros, en el que estaban ubicados con 14 unidades.
David Córdoba, a los 11’ y 80’ sentenció el triunfo itagüiseño, frente a un rival que intentó reaccionar con el tanto de Yair Arrechea (23’).
El próximo duelo del cuadro tolimense será este sábado frente a Boyacá Chicó, a partir de las 5:30 de la tarde, en el estadio La Independencia de Tunja.
Pijaos, sin propuestas
Ambos equipos entraron tímidos al campo de juego, pero paulatinamente el visitante fue el que se tomó confianza y generó múltiples aproximaciones hacia el marco local.
Los dirigidos por Leonel Álvarez sacaron ventaja de la constante, pero improductiva salida del dueño de casa, que ofreció ventajas en su zona posterior y pagó caro su flojo inicio.
A los 11’, llegó el primer gol del encuentro, favorable a las Águilas Doradas, por intermedio de David Córdoba, que cogió fuera de base a la zaga del Vinotinto y Oro.
El pequeño volante capitalizó un balón que se estrelló en el trasevaño tras el impacto de de cabeza de Cléider Alzate, y con la misma fórmula, sin presión de la pareja de centrales del Tolima, liquidó al paraguayo Ántony Silva para el 1-0 parcial.
La respuesta del onceno Pijao careció de volumen ofensivo, pero apareció 12 minutos más tarde.
Sobre los 23’, el defensa Yair Arrechea conectó un pase preciso de Félix Noguera de tiro libre y ante la defectuosa salida del portero Róbinson Zapata la mandó al fondo de la red, para el empate momentáneo.
Pese a la igualdad, el conjunto tolimense no levantó su nivel de juego. Al contrario, Itagüí por poco convierte el segundo tanto a los 34’, a través de Jorge Aguirre, quien disparó al marco, pero no tuvo puntería en su intención. Seis minutos más tarde fue Carlos Arboleda el que se arrimó, pero increíblemente la desperdició en las cinco con 50.
Así culminó la primera mitad, con un equipo musical inexpresivo en la delantera y un contrincante que manejó de buena forma los hilos del juego.
La estocada
Para el inicio de la segunda parte, Castro pretendió darle un nuevo aire a su divisa, con la inclusión de David Silva por Andrés Andrade (46’).
Sin embargo, el funcionamiento no cambió radicalmente respecto al de la primera parte, lo que facilitó el trabajo de la zaga antioqueña, segura y rápida en la salida desde campo propio.
Solo hasta los 58’ el Vinotinto se arrimó al nido paisa, con un remate desviado de Gustavo Bolívar, previo pase de Robin Ramírez.
La falta de chispa en la ofensiva hizo que el juego mermara en emociones, para el infortunio de los pocos aficionados que se acercaron al Coloso de la 37.
El ingreso de Carlos Preciado por Bolívar (70’) no fue gravitante en el desarrollo del último cuarto del partido. A ello se sumó el agotamiento físico de Marrugo, quien no encontró socio ideal para construir jugadas de riesgo.
Pero ante la ineficacia del anfitrión y las falencias en el medio campo, Itagüí no perdonó y a los 80’ puso el 2-1 definitivo.
De nuevo David Córdoba pasó cuenta de cobro con un remate en el área chica que no pudo contener Silva, guardameta que no tuvo la colaboración de sus compañeros.
