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El pez grande argentino se come al chico colombiano

  • Para los clientes acostumbrados al pescado nacional resulta un atractivo el bocachico argentino, el cual se caracteriza por su gran tamaño. Este pescado ya se encuentra en las principales ciudades del país, donde existen grandes importadores.
    Para los clientes acostumbrados al pescado nacional resulta un atractivo el bocachico argentino, el cual se caracteriza por su gran tamaño. Este pescado ya se encuentra en las principales ciudades del país, donde existen grandes importadores.
  • Óscar Daniel Yepes Quintero es un vendedor formal que comercializa diferentes tipos de pescado. Desde hace tres años el bocachico argentino le revitalizó el negocio, ante la escasez que registra ese producto en el mercado.
    Óscar Daniel Yepes Quintero es un vendedor formal que comercializa diferentes tipos de pescado. Desde hace tres años el bocachico argentino le revitalizó el negocio, ante la escasez que registra ese producto en el mercado.
  • La señora Lucy Márquez dice que el bocachico de río que vende en su puesto es demasiado pequeño, si se compara con el importado.
    La señora Lucy Márquez dice que el bocachico de río que vende en su puesto es demasiado pequeño, si se compara con el importado.
01 de enero de 1900
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  • El bocachico llega a Colombia a través de dos empresas argentinas.
  • Es un pescado que ya se encuentra en cualquier ciudad del país y en África.
  • La importación de esta especie está afectando el empleo de los pescadores.
  • Un solo comerciante puede vender al mes cuatro toneladas.
Por
Gustavo León Ramírez Ospina
Medellín

Hace unos cuatro años, los vendedores de pescado experimentaron cierto asombro cuando los distribuidores mayoristas les mostraron un gigantesco bocachico procedente de Argentina que iba a revolucionar el mercado y a crear empleo en las zonas urbanas y, de paso, desempleo entre los pescadores de río donde escasea ese producto. "Yo me asusté al ver ese pescado tan grande", dice Fabio Atehortúa, un hombre que hace 15 años dejó las actividades agrícolas en Cocorná y montó su puesto de venta de pescado en Juanambú con Juan del Corral, a poca distancia del viaducto del metro.

"La gente no creía que fuera un bocachico y argentino para ajustar", recuerda Fabio, mientars pregona a viva voz, buscando compradores: "bocachico... bocachico".

Después de tantos años dedicados al negocio, Fabio sintió justificado su estupor, porque nunca le habían llegado a ofrecer un pescado de ese tamaño tan inusual y, de ñapa, que fuera de un país de donde él creía que sólo venían futbolistas y tangos.

"El bocachico que hemos vendido es pequeño y se está agotando", afirma don Fabio, un hombre tímido y enemigo de las fotografías, sobre todo si son para la prensa.

La aparición del bocachico argentino convirtió la carreta de don Fabio en un sitio de permanente oferta y, de paso, le salvó la vida al negocio que compite con otros, instalados por hombres y mujeres que se han adueñado de una de las aceras de la calle. Don Fabio vende al día unos 18 pescados.

Traído al país por grandes importadores bogotanos, el bocachico argentino ha reemplazado a la decadente producción nacional y hoy se vende en cualquier calle de las ciudades capitales, en Zaragoza, en Remedios y en zonas tradicionales de pesca como Caucasia, el Bajo Sinú, Girardot, Puerto Berrío, La Dorada y Barrancabermeja, entre otras.

También se le ha visto en poncheras al frente de la plaza de mercado de Apartadó al lado de peces de mar, en la zona del suroeste de Antioquia y en el Eje Cafetero, donde están aprendiendo a comer este producto de río.

En cajas de 40 kilos y a un costo de 70.000 pesos la unidad para el pequeño distribuidor, el bocachico lo comercializan las empresas argentinas Epuyen y Fishcong.

Oscar Daniel Yepes Quintero, con un puesto de venta fijo en el Centro del Pescado y la Cosecha, entre Tenerife y Calibío, comenzó a vender el bocachico hace tres años y supo que era de origen argentino por su grosor y por la carátula de las cajas de empacado.

"La gente ha recibido el pescado, por un lado bien, y por el otro mal. Lo que pasa es que muchas veces se vende pescado malo en la calle y eso daña el negocio", dice Yepes. Algunas veces se surte del distribuidor del Centro del Pescado y la Cosecha o de Uriel Parra, que tiene su venta en grande de bocachico argentino.

Dos empresas con un amplio mercado
Epuyen, situada en la ciudad de Victoria Entre Ríos (Argentina), se dedica desde hace doce años a la producción y a la exportación de pescado de agua dulce que distribuye a Brasil, Bolivia, Colombia y a los países de África.

Entre sus variedades están el sábalo, el boga, el patí, el dorado, la tarucha y el amarillo.
La planta cuenta con dos cámaras de recepción de pescado fresco, lavadoras y cinco túneles de congelación. También posee unas cámaras para mantener 1.000 toneladas de producto congelado terminado.

Fishcong está localizada en la Avenida Belgrado Esquina con Dorrego (Buenos Aires), y también exporta pescado congelado, entero y sin vísceras aunque no fue posible conocer si tiene tanta cobertura internacional como su competidora Epuyen.

Además de las cámaras, esta última empresa posee una congeladora de placa por contacto que puede contener al día unos 8.000 kilos de distintas variedades de pescado.

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