José, parado a un lado de la vía digerida por el mar, señala las obras a un lado de Puntepiedra.
El mar se las tragó. No resistieron semanas, dice mientras asea las afueras del hotel donde trabaja. Es lo que sucede en Coveñas, balneario amenazado por la erosión costera como otros sitios del litoral Caribe.
El fenómeno no se detiene y seguirá su curso.
La buena noticia, indica Blanca Oliva Posada Posada, jefa de Línea de Geología Marina y Costera del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (Invemar), es que se está tomando conciencia y las autoridades mandan a elaborar estudios para ejecutar las obras de defensa, aunque no siempre siguen las recomendaciones técnicas y ponen en peligro la cuantiosa inversión. Porque, hay que decirlo, proteger cuesta.
Un rápido recorrido por el litoral Atlántico muestra los problemas y las acciones sugeridas o en ejecución.
Guajira : En Pájaros (Manaure) y Punta de los Remedios (Dibulla) se hicieron estudios y entregaron a las Alcaldías.
En Riohacha habían hecho espolones, pero no rellenaron con arena, por lo que comenzaron a entrar algas que producen un olor fétido; buscan recursos para hacer espolones al sur y para regenerar con arena, que es básico.
Magdalena : Realizaron estudios para Costa Verde (barrio de Ciénaga), y Pueblo Viejo (corregimiento de Ciénaga). En el primero hicieron dos espolones, pero falta regenerar con arena y en el segundo también construyeron aunque tampoco han regenerado y deben dragar para obtener la arena.
Crítico es el kilómetro 19-20 de la vía a Barranquilla. No hicieron los rompeolas como era: los colocaron a 10-15 metros de la playa, cuando se decía que era a 100; y las estructuras parecen irregulares. Viene la regeneración con arena, con la esperanza de que dure, porque la inversión está por los 15.000 millones de pesos.
En Pozos Colorados, Santa Marta, se da erosión grande en una zona de alto crecimiento en cuanto a edificaciones de hoteles y apartamentos. No se tiene conocimiento de estudios para el lugar.
Atlántico : se presentaron los estudios para Puerto Colombia, donde estaba afectada la vía. Fue con la U. del Norte. Se construyen las obras, pero hacia Santa Verónica, sector muy exclusivo, la erosión es fuerte y no se cuenta con recursos.
Bolívar : A Cartagena le están metiendo la mano. Hay erosión hacia la vía Bicentenaria, donde se ejecutan obras de refuerzo. En Tierrabomba la erosión es grave, aunque se hicieron estudios y diseños.
Playetas, en Barú: el mar se comió la carretera y la punta, pero se hacen ya los estudios.
Sucre : El Golfo de Morrosquillo tiene un problema fuerte de erosión. Aunque a la CAR Sucre se le entregaron los estudios globales, no se han acometido las obras.
La Alcaldía de Coveñas ha estado muy interesada en resolver el problema, pero el dinero no les alcanzó para todas las obras.
"Al Golfo no se le trata como una unidad. Hay que mirar todas las obras, qué tiene, qué sirve y replantear, quitar lo que sea", dice Posada.
La incoherencia se nota en Los Morros, un bello lugar al norte que se está llenando de piedras, cada uno tratando de proteger lo suyo. "El problema es que estamos botando mucha plata", continúa la geóloga de Invemar.
Córdoba : tiene problemas serios, se hicieron estudios en detalle, pero no comienzan las obras.
Antioquia : En Arboletes, donde ha habido serios problemas, se hicieron estudios pero el dinero llegó años después entonces no alcanzó y no se hizo todo lo necesario.
Para Turbo, donde la amenaza es grave, se cuenta con los estudios para una larga zona de la cabecera y Puntepiedra. Todo costaría unos 50.000 millones de pesos. Queda a los entes conseguir la financiación, pues lo ideal es acometer todo de una vez.
El mar no se detiene: mantiene hambre de playas. Toca acomodarse y no torear un gigante que no se gasta afán.
Pico y Placa Medellín
viernes
3 y 4
3 y 4
